En el Gobierno nacional evitaron ir al choque con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tras su reclamo para que el protocolo de uso de armas de fuego de las fuerzas de seguridad se discuta en el Congreso. Aunque no llevarán ese debate a las sesiones extraordinarias, evalúan abordarlo en la reforma del Código Penal.

La propuesta de la diputada nacional y socia de PRO en la alianza Cambiemos surgió la semana pasada luego cuestionar la resolución del ministerio de Seguridad, que habilita a la policía a disparar sin dar la voz de alto. "Viola los derechos humanos fundamentales", apuntó rápidamente Carrió a través de su cuenta de Twitter. La charla que mantuvo un rato después con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, no fue suficiente para dar por terminado el tema y pidió la intervención del Parlamento.

Desde el macrimso aseguraron que no hay posibilidad de que esta semana se lleve el debate del protocolo al terreno parlamentario, pero dejaron abierta la puerta para que el año próximo se lo incluya en el nuevo Código Penal. Saben que 2019 será un contexto difícil para este tipo de discusiones debido a que se trata de un año electoral. Pero tampoco desconocen que podría ser una oportunidad para dejar expuesta, una vez más, la fractura dentro del peronismo.

La reglamentación que defiende la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich, no sólo tiene resistencias del lado de Carrió, sino también en el propio corazón de PRO, como es el caso de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que decidió que su distrito no adherirá al protocolo aunque evitó criticar la medida adoptada por el Poder Ejecutivo nacional.