El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, afirmó este miércoles que el presidente Alberto Fernández "fue un error que se cometió hace cuatro años" cuando Cristina Kirchner lo eligió como compañero de fórmula, y sentenció: "No es un muerto político, por lo menos los muertos no molestan".

“Fue un error que se cometió hace cuatro años. Desde que llegó, está en total disidencia y eso que manejaba un 90% de imagen positiva. Lo advertí y por eso no tengo cargo de consciencia”, planteó Berni.

El titular de la cartera bonaerense aseguró que el mandatario “molesta políticamente en la reconstrucción de un peronismo que tiene ambición de poder para transformar de verdad” pero también por “su necedad de seguir diciendo que va a ser candidato y, mientras tanto, el peronismo no puede reorganizarse”.

“Alberto Fernández no es un muerto político porque, por lo menos, los muertos no molestan”, planteó en referencia al rol del Presidente en el armado político de cara a las elecciones de este año.

Durante una entrevista en La Nación+ (LN+), Berni retomó una frase que había dicho el año pasado sobre Fernández y en la que implícitamente le reclamó a la vicepresidenta Cristina Kirchner: “El que trajo al borracho que se lo lleve”. Fue así que, en diálogo con Luis Novaresio, renovó aquella premisa y aseguró que la frase “nunca estuvo más vigente que ahora”.

El funcionario provincial también apuntó contra el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, con quien tiene una relación áspera. Durante la misma entrevista señaló que el diálogo es prácticamente "nulo".

Aníbal Fernández y Sergio Berni

Además, le adjudicó a su par nacional un resentimiento con los bonaerenses por haber perdido las elecciones del 2015, cuando compitió por un lugar como gobernador de la Provincia. Para Berni, “hay un Aníbal antes del 2015 y otro después de la derrota" y piensa que "a partir de ahí está con mucho rencor con el pueblo de la provincia de Buenos Aires, que le dio la espalda".

En este contexto, fundamentó que "perdió con una desconocida (con relación a María Eugenia Vidal, que en ese momento no era figura habitual) y eso lo desestabilizó mucho en su relación y su entorno dentro del peronismo. A partir de ahí, se equivoca, se equivoca y se equivoca” y arremetió: “Ese Aníbal contestatario desde la buena onda pasó a hacer lo mismo pero mala leche”.