Factor humano

Trabajo y pandemia: las claves para el bienestar en tiempos de Covid

Analistas privados consideran imperioso que las compañías tomen en cuenta los valores intangibles de su personal a la hora de planificar el desarrollo en la emergencia sanitaria. "Aquellas empresas que encontraron una salida en medio de la disrupción pandémica son las que no dudaron en avanzar hacia la nueva normalidad", reseñaron desde la consultora Mercer

Luis Autalan

El mundo del trabajo bajo el impacto del Coronavirus puso de relieve al factor humano. Tanto para superar la emergencia como afrontar lo que vendrá, analistas privados realzan que las empresas deben echar mano a la empatía, el cuidado de los trabajadores y la valoración a sus iniciativas.

Sin perjuicio de que la estabilidad en el empleo y el factor remunerativo también son claves.

En efecto sin menoscabar la corrosión en el empleo formal, el trabajo no registrado y la creciente desocupación por la crisis Covid-19 enumeraron que el trabajo flexible, el protagonismo de nuevas habilidades y la adecuación a la transformación digital, son claves que aceleraron su llegada por el Coronavirus.

“La pandemia ubicó a las personas en el centro, dado que cuando abunda la tecnología, la relación humana se vuelve más importante”, explicó a BAE Negocios Cecilia Giordano, CEO de la consultora global Mercer.

Para la ejecutiva es imperioso que los empleadores generen cultura y pertenencia de manera virtual, porque aquellas empresas que encontraron una salida en medio de la disrupción pandémica son las que no dudaron en avanzar hacia la nueva normalidad.

Para citar un ejemplo Giordano mencionó a las áreas de recursos humanos “las cuales han tenido un rol clave para cuidar a las personas durante el aislamiento” y gravitar en estructuras a veces rígidas.

 

Más preguntas que respuestas

 

 

 

Giordano consideró además que la gama de competencias para administrar, gestionar, regular y la empatía se pusieron de relieve en todas las áreas de las compañías.

“El mundo nos enfrenta a sentir con nuestro cuerpo, cabeza y corazón, el dolor por lo desconocido, incierto, ambiguo, complejo y volátil. Hay más preguntas que respuestas, y sobre todo la dificultad de vivir en un mismo lugar donde comemos, trabajamos, hacemos la tarea con nuestros hijos”, reseñó.

La consultora establece para su análiss cuatro vectores claves, con dinámicas diferentes desde el inicio de la crisis sanitaria a la fecha: Enfocar el futuro; formar nuevas habilidades; aprovechar datos con ética en el uso de la inteligencia artificial y potenciar las experiencias.

Los empleadores responsables que ampliaron las prestaciones de bienestar fueron elogiados públicamente y ahora son imanes de talento”, acotó Giordano.

Para las compañías que no priorizaron el cuidado de la salud de sus trabajadores y la comunicación el escenario se complicó exponencialmente, reseñaron desde Mercer.

 

Mañana es hoy

 

El desarrollo de habilidades como el mayor reto y la preocupación por la estabilidad en el trabajo marcaron el final de “la era de la apatía”. “Aquellos que puedan ofrecer habilidades en la medida adecuada superarán a sus competidores, y comenzarán a construir la organización de aprendizaje esencial para mantenerse a la vanguardia”, dijo Giordano.

A consideración de Mercer el 2021 también exige atención a la recopilación, uso y seguridad de los datos de los trabajadores tanto en salud y lugares de desarrollo de las actividades.

Potenciar la experiencia demanda el respaldo al personal con calidad motivadora y empática pero además una visión a largo plazo. Será preciso redefinir la propuesta de valor al talento en función de las necesidades actuales y las futuras: “Revertir lo que significa 'estar en el trabajo', porque las modalidades laborales siguen cambiando”, apuntó Giordano.

En la mensura de la consultora se destacan una serie de condiciones intangibles que confluyen en un punto: el bienestar. Allí enumeraron facetas emocionales psicológicas, físicas, mentales, espirituales sin perjuicio de remarcar que datos duros como las remuneraciones al personal conforman el contexto del trabajo del futuro.

Una fuerza que según Giordano se potencia en la diversidad, equidad e inclusión.

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