De los seis diputados que visitaron a Alfredo Astiz y otros genocidas el 11 de julio pasado, sólo Lourdes Arrieta se presentó ante el plenario de las comisiones de Peticiones y de Asuntos Constiticionales. María Fernanda Araujo, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y Rocío Bonacci presentaron un descargo por escrito. Beltrán Benedit, señalado como el "organizador" de la excursión al Penal de Ezeiza, ni siquiera envió una nota para brindar explicaciones. 

Los textos llegaron a las casillas de los legisladores opositores apenas un rato antes de que comenzará la reunión en el Anexo C. La propia presidenta de la comisión de Peticiones, Silvia Lospennato (PRO), dijo que no había podido leer nada de lo enviado. Lo mismo afirmó la radical Silvana Giúdici. Los legisladores de Unión por la Patria empezaron a escrutar en ese mismo momento los argumentos que dieron los libertarios que se reunieron con los represores. 

Los diputados peronistas insistieron en la necesidad de abrir una investigación, en tanto en el PRO se mostraron apurados por cerrar el tema. "Emitan un dictamen y luego apruebenlo en el recinto", dijo Lospennato, que tuvo un fuerte cruce con Vanesa Siley, de Unión por la Patria, por el funcionamiento de la comisión. 

Ante la dificultad para arribar a un consenso sobre qué hacer, la oposición decidió pasar a un cuarto intermedio, pero antes leyeron cada uno de los descargos. 

Arrieta asistió al encuentro, a diferencia de los demás diputados citados. Dijo que estaba dispuesta a responder preguntas, incluso a volver al plenario, si era necesario. Aún así, presentó 24 páginas en las que dio cuenta de lo que sucedió hace dos meses atrás. Allí repitió lo que contó en público y en la Justicia.  

La diputada de las Fuerzas Cielo-Espacio Liberal y Bonacci fueron las únicas que admitieron que la visita a la cárcel era para  mantener una reunión con Astiz, Carlos Suárez Mason, Antonio Pernías y Adolfo Donda y otros genocidas. Sin embargo, ambas reiteraron que fueron "engañadas" y remarcaron que Benedit no les informó con quiénes se encontrarían. 

"Quiero dejar claro que al momento de iniciar el viaje que desembocó en la visita a Ezeiza, no me había sido informado claramente, por parte del Diputado Beltrán Benedict, el objetivo real de la visita y que la misma era con los presos condenados por delitos de lesa humanidad", afirmó Bonacci en la nota que mandó al plenario. 

"Todas las iniciativas parlamentarias del bloque oficialista son coordinadas con el Ejecutivo, puntualmente con el secretario de Relaciones Parlamentarias y con la Sociedad Civil, De Marchi, o personal dependiente del mismo", agregó Bonacci, que se encargó de decir que no es parte de la "agenda" de Javier Milei beneficiar a genocidas. 

Y continuó: "Las acciones llevadas a cabo por los Diputados Benedict, Montenegro y Ferreyra, son autónomas y fuera de la línea partidaria y del Bloque".

Ferreyra, en un carta de una carilla, aseguró que fue al Penal de Ezeiza por "motivos humanitarios" y subrayó que la tarea Legislativa "admite distintas ópticas en un marco democrático de tolerancia y de interacción política de las diferencias". 

Montenegro y Araujo utilizaron un argumento similar, al sostener que "la tolerancia democrática implica admitir todas las ideas, incluso cuando estas son contrarias a las propias".