Vida cotidiana

La ciencia descubre cuánto tarda en sanar el corazón tras una ruptura amorosa

Un nuevo estudio arroja cifras reveladoras sobre el proceso de duelo amoroso y ofrece pistas sobre los mecanismos que ayudan a dejar atrás el pasado. Los detalles, en la nota.

BAE Negocios

Un nuevo estudio revela datos significativos sobre la duración del proceso de duelo amoroso, proporcionando una mirada científica sobre cómo sanar tras una ruptura. Según la investigación, es común que la fase más dolorosa no dure indefinidamente, a pesar de que, en medio del sufrimiento, pueda parecerlo. La ciencia apunta que, en promedio, el corazón humano necesita un considerable tiempo para recuperarse, y esa duración puede variar según las circunstancias individuales de cada persona.

Los expertos indican que el proceso de sanación puede oscilar entre seis meses y dos años. Sin embargo, este ciclo no se trata simplemente de un periodo de tiempo. Involucra diversas etapas emocionales, que incluyen desde la negación y la tristeza, hasta la aceptación y la reconstrucción personal. Durante esta trayectoria, las personas suelen experimentar una fluctuación emocional significativa, donde el dolor tiende a menguar gradualmente.

Los mecanismos que facilitan este proceso incluyen el apoyo social, la auto-reflexión y la gestión de las emociones. Es crucial que quienes atraviesan este tipo de separaciones busquen redes de apoyo, ya que el acompañamiento de amigos y familiares puede ser determinante en la recuperación. Asimismo, el desarrollo de actividades que fomenten la autoestima y el bienestar emocional contribuyen a acelerar el proceso de sanación.

Frente a una ruptura, es fundamental recordar que el vínculo amoroso, aunque profundo, no define la totalidad de la identidad de una persona. La investigación sugiere que, aunque se mantenga presente en la memoria, con el tiempo, ese ser esencial ocupa un lugar más distante en el corazón. Esto no implica un olvido absoluto, sino más bien un proceso de dejar atrás y abrirse nuevamente a la vida.

Así, con cada día que pasa, el sufrimiento disminuye, y la persona afectada comienza a reconstruir su existencia, a menudo de formas que no imaginaba posibles. Este viaje, en ocasiones tortuoso, culmina en la recuperación y el regreso a la plenitud emocional, recordando que sí es posible volver a sentir felicidad e incluso amor, una vez más.

 

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