¿Tratás a tu mascota como un hijo? Esta práctica puede afectar tu salud y la de tu perro

Cada vez más personas tratan a sus animales como hijos, pero expertos de la Universidad de Cuyo advierten que esta tendencia puede generar consecuencias negativas tanto en los humanos como en los propios animales. Los detalles, en la nota.

BAE Negocios

La relación entre los humanos y sus mascotas ha experimentado cambios significativos en los últimos años, convirtiéndose en un vínculo que a menudo trasciende lo pragmático. Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Cuyo aborda las implicancias de esta tendencia, que lleva a muchas personas a considerar a sus perros y gatos como integrantes plenos de la familia, e incluso como sustitutos de los hijos.

La investigación señala que el fenómeno de “humanizar” a las mascotas puede tener consecuencias diferenciadas en la salud emocional de los humanos y el bienestar de los animales. Según la psicóloga Nancy Caballero, es más frecuente observar que las generaciones más jóvenes son las que adoptan estas conductas, lo que podría generar una dependencia emocional perjudicial. A diferencia de las relaciones parentales, los animales poseen instintos y habilidades de supervivencia que les permiten desenvolverse sin la constante intervención humana.

Caballero enfatiza que proyectar roles familiares sobre los animales puede resultar contraproducente. A menudo, los perros y gatos adoptan un estilo de vida que no coincide con sus necesidades instintivas, lo que puede generar problemas tanto en su salud como en la de sus dueños. El estudio subraya que algunos perros, en particular, requieren de espacios más amplios y no pueden adaptarse a vivir en entornos pequeños sin experimentar ansiedad o desarrollar trastornos de comportamiento.

El veterinario Leonardo Fradín aporta una perspectiva adicional sobre las consecuencias de esta humanización, abordando tanto los aspectos positivos como negativos de la relación moderna entre humanos y mascotas. Mientras que un mayor afecto ha llevado a un incremento en la conciencia sobre el bienestar animal, el extremo apego emocional puede dar lugar a problemas de salud en los animales. Es común que los perros desarrollemos ansiedad por separación o comportamientos compulsivos ante la ausencia de sus tutores, lo que afecta su calidad de vida.

Fradín recomienda establecer límites claros y permitir que los animales socialicen con otros, lo que contribuye a un desarrollo más equilibrado y saludable. Además, el veterinario hace hincapié en la importancia de respetar la naturaleza del animal y proporcionar un entorno que les permita expresar sus instintos naturales, advirtiendo que el uso excesivo de ropa o accesorios puede interferir con su regulación térmica.

Desde una perspectiva jurídica, el estudio también aborda la evolución del reconocimiento de los animales como seres sintientes en el marco de la legislación sobre maltrato animal. Aunque se han logrado ciertos avances, en países como Argentina aún existe una considerable distancia por recorrer. Las mascotas continúan siendo consideradas bienes muebles, lo que limita su protección legal y puede facilitar situaciones de abuso.

Las investigaciones de la Universidad de Cuyo invitan a reflexionar sobre la creación de una relación más equilibrada y consciente con nuestras mascotas, sopesando no solo el cariño que les profesamos, sino también sus necesidades y derechos como seres vivos.

 

 

 

 

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