El pueblo cordobés de Bulnes, ubicado en el departamento Río Cuarto, fue aislado de las juridiscciones linderas después del brote de coronavirus que se desató entre sus 1.500 habitantes y contabiliza 123 positivos y dos muertes.

"Entre un 40 y 50 por ciento de los vecinos está en cuarentena estricta por contacto estrecho y por los últimos casos", confirmó a Cadena 3 el intendente Martín Toselli, quien perdió a su padre de 70 años la semana pasada, tras haber estado internador cinco días.

Con casi el 10% de su población diagnosticada por la enfermedad, las autoridades locales reconocieron que existen dificultades para trazar el caso cero, después del "relajamiento general" entre sus pobladores, que se potenció por el vínculo con otras localidades cercanas, como Coronel Moldes y Sampacho.

"La relajación llevó a que vieran la pandemia como algo muy lejano y hubo una irresponsabilidad social con las reuniones sociales. Esto provocó un estallido de casos de un nivel al alto en poco tiempo y respecto al tamaño de la población", apuntó el jefe comunal. 

En la misma sintonía, la ciudad cabecera del departamento, Río Cuarto, retrocedió en las flexibilizaciones este viernes, al volver a prohibir las reuniones sociales. El intendente Juan Manuel Llamosas argumentó la decisión ante la dupliación en la curva de positivos.

“He tomado la decisión de no habilitar las reuniones familiares de manera temporaria. Estamos en un momento complejo, con una escalada de casos. Hoy más que nunca tenemos que renovar el compromiso”, expresó el intendente", señaló desde redes sociales.