Alerta en las escuelas de San Isidro por el caso de un alumno que llevó un arma a clase
Padres, maestros y directivos esperan respuestas del intendente, Ramón Lanús.
La comunidad educativa del partido de San Isidro continúa en alerta por lo sucedido en las últimas horas en el Instituto 25 de Mayo, ubicado de la localidad de Boulogne, cuando un alumno del tercer año llevó a clase un revólver y se los mostró a sus compañeros.
Si bien desde el colegio aseguraron que se trató de un arma "desactivada, vieja y en desuso", los docentes de los distintos establecimiento reclamaron que las autoridades municipales se comprometan y tomen cartas en el asunto para evitar que se repitan hechos de este tipo y así salvaguardar la integridad de los estudiantes. Padres, maestros y directivos esperan respuestas del intendente, Ramón Lanús.
El episodio ocurrió cuando el adolescente de 15 años sorprendió a sus compañeros al llevar un revólver antiguo al colegio. El adolescente arrancó la semana con una anécdota que incluyó a un patrullero, la visita de sus padres y la intervención de la Justicia de menores de San Isidro. "Aparentemente la trajo a modo de broma o chiste para mostrársela a sus compañeros, pero no le quita relevancia al hecho", explicó Sebastián Olinik, director del Instituto 25 de Mayo.
Si bien dio la cara en nombre de la institución educativa, Olinik detalló la secuencia: una compañera del adolescente le avisó a la profesora a cargo de la hora que el chico tenía un arma en su poder, tras lo cual "se aisló al alumno y se llevaron adelante las instrucciones correspondientes, tanto institucionales como judiciales".
El directivo charló unos minutos con el adolescente pero no logró enterarse de dónde había sacado el revólver antiguo, que describió como "un arma vieja, en desuso y desactivada" que no tenía municiones. Esa descripción coincidió con la proporcionada por fuentes policiales. "Se retiró al alumno del establecimiento. El papá lo trae todas las mañanas al colegio, conversamos siempre", agregó Olinik, para quien el episodio "ha conmocionado a la familia, a la institución y a la comunidad educativa".
Asimismo, Olinik insistió en que "se activaron de inmediato todos los protocolos de acuerdo con lo dispuesto por la Dirección de Cultura y Educación" de la provincia de Buenos Aires para casos de este tipo y añadió que se siguió el paso a paso estipulado "en materia institucional".
Por eso fue convocada la familia del menor, una patrulla de San Isidro y la Justicia de menores. "Tenemos cursos de entre quince y veinte alumnos, por eso es perfectamente evidenciable una situación de estas características. Nosotros no podemos ejercer una función policial en el colegio revisando a los alumnos, por lo que siempre apelamos a la concientización en el seno familiar", completó el director del establecimiento.