Comienza en San Telmo la primera edición de la "ruta del libro"
Visitas a casas de escritores, a librerías históricas y feria de ejemplares antiguos
Con "La Ruta del Libro", que se desarrollará desde mañana y hasta el domingo próximo, el barrio porteño de San Telmo y el Casco Histórico acercarán una dimensión literaria de la zona más antigua de la ciudad de Buenos Aires a través de una semana de lecturas, caminatas literarias, proyecciones, música, teatro, exposiciones y dos ferias de libros, una dedicada al antiguo y otra al independiente.
Las casas donde vivieron el escritor polaco Witold Gombrowicz y el periodista Rodolfo Walsh, la sede de la Biblioteca Nacional en la que Jorge Luis Borges fue director, el Parque Lezama que inspiró "Sobre héroes y tumbas", la librería más antigua del país, la primera imprenta de la ciudad durante el Virreinato de La Plata, son algunas de las referencias que alberga San Telmo y sus alrededores sobre el pasado y del presente de las letras y la palabra escrita.
Impulsados por ese bagaje, un grupo de libreros -nucleados en la Cofadría de Librerías- y actores culturales presentaron un proyecto al programa Barrios Creativos, y aunque no ganaron, obtuvieron el respaldo del gobierno porteño para la iniciativa y en conjunto con la Dirección General del Libro el proyecto creció tanto que lo que comenzó como una feria tomó la forma de una semana cultural.
Como explica Juan Olcese, uno de sus organizadores y a cargo de la librería especializada El Juguete Ilustrado, "San Telmo es un polo de librerías: tiene 22 librerías sin contar otros jugadores como libreros de la feria o las librerías de los museos".
El cronograma de actividades incluirá propuestas permanentes, como una exposición en Plaza Dorrego de retratos de escritores y un paseo literario a través de citas de autores grabadas en los bancos de Parque Lezama. El jueves a las 18,30 se contará la historia de la librería más antigua del país, Librería de Ávila. Durante la semana se mostrará al público muchos de los tesoros que permanecen vedados, como la biblioteca de la Iglesia Dinamarquesa, cuyos libros cubren una pared completa de piso a techo, o la del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires.