Día Mundial libre de bolsas de plástico: pequeños grandes actos
Se producen cerca de 5 billones en el mundo y cientos de años en degradarse. Hay avances pero persisten los desafíos frente a esta contaminación
La lucha contra la contaminación por plásticos es un tema en el que se viene trabajando hace rato pero que cobró especialmente protagonismo este año cuando fue elegido como foco de los 50 años del Día Mundial del Medio Ambiente. Ahora, una nueva efeméride llega para recordarnos la importancia de redoblar los esfuerzos por proteger el planeta empezando por los pequeños gestos cotidianos.
El 3 de julio se celebra Día Internacional libre de bolsas de plástico, con un objetivo claro: reducir las que son de un solo uso y fomentar su consumo responsable.
El plástico es uno de los residuos que tardan más tiempo en degradarse y, por su liviandad, suele flotar en cursos de agua para luego transformarse en microplásticos que la fauna confunde con su alimento. Tapan sumideros y pluviales.
En muchas ciudades -entre ellas en Buenos Aires a partir del 2017- ya se prohibió la entrega de bolsas de un solo uso y de sorbetes plásticos. Si bien existen estos avances y hoy nos acostumbramos a ir al supermercado con una bolsa de tela, persisten los desafíos.
Se producen aproximadamente 5 billones de bolsas de plástico cada año en el mundo. Se necesitan 5 minutos para producir una bolsa de plástico, su vida útil es aproximadamente de 15 minutos y tarda cientos de años en degradarse.
El gobierno de la ciudad indicó que antes de la resolución mencionada, se entregaban 500 millones de bolsas plásticas al año en supermercados, hipermercados y autoservicios de este distrito. Para dimensionar el monto, con un año de ese consumo era posible trazar un sendero de 275.000 km.
A partir del año 2017 y hasta junio del 2022, se logró evitar la entrega de 2.750 millones de bolsas plásticas. Esto es equivalente a 4,76 veces la superficie de la Ciudad, si las colocamos una al lado de la otra. A partir de esta disposición, disminuyó entre un 60-70% la presencia de bolsas plásticas en sumideros. El gobierno porteño asegura que 2,8 millones de vecinos modificaron un hábito arraigado, reemplazando las bolsas plásticas por bolsas reutilizables.
El problema en el mundoLa humanidad produce anualmente más de 430 millones de toneladas de plástico, dos tercios de las cuales son productos de vida corta que pronto se convierten en residuos. Los costos sociales y económicos de la contaminación por plásticos oscilan entre US$300.000 millones y US$600.000 millones al año, según datos del programa para el Medio Ambiente de la ONU. Recientemente se desarrolló en Francia de una segunda ronda de negociaciones con vistas a preparar un acuerdo mundial para poner fin a la contaminación por plásticos, especialmente en el medio marino.
Las bolsas plásticas en su mayoría están fabricadas con polietileno de alta densidad (PEAD), polietileno de baja densidad (PEAB) o polipropileno (PP). Todos son polímeros plásticos ligeros y de alta resistencia.
Este tipo de contaminación tiene efectos tanto en los animales como en los humanos. Una persona promedio podría estar ingiriendo 5 gramos por semana de estos plásticos de mínimo tamaño, es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito. Esto puede darse a través de peces y crustáceos que comemos o por el agua potable, especialmente la embotellada.
Más allá de las legislaciones para presionar al cambio a las empresas, también los gestos cotidianos ayudan. Por mucho que queramos reducir las bolsas, siempre se nos acumulan una buena cantidad en casa, y recomiendan en ese caso, en lugar de tirarlas, reutilizarlas para comprar o para bolsa de basura. Otro consejo es reciclar: en caso de tener que tirar bolsas porque están en mal estado, tíralas al contenedor de los plásticos.