La Federación Internacional de Periodistas (FIP) realizó un informo sobre la situación de la prensa durante 2019 y puso el foco especialmente en los eventos trágicos que debieron atravesar los profesionales que trabajan en zonas de conflicto social.

De acuerdo con el recuento anual de informadores asesinados que publicó en las últimas horas, en 2019 se produjeron hechos en los cuales 49 periodistas murieron haciendo su trabajo. Aún con ese número impactante, la cifra supone una importante reducción con respecto a 2018, cuando murieron 95 periodistas. De hecho, es la cifra anual de muertos más baja desde 2000, cuando murieron 37 periodistas en todo el mundo, de acuerdo al relevamiento.

Sin embargo, la FIP advierte que pese a la "aparente reducción del baño de sangre", la dispersión de las muertes y los motivos que provocaron los daños "son recordatorios muy nítidos de que la violencia contra los periodistas sigue estando muy extendida" y de que "la impunidad ante estos ataques sigue siendo una acusación maldita para el poder".

Por países, México lidera el listado de las naciones más peligrosos para la prensa ya que en el año que terminó registró diez asesinatos de periodistas. Todos ellos trabajaban en investigación sobre corrupción y organizaciones vinculadas con el narcotráfico. Por detrás de México están Afganistán y Siria en las cuales se registraron 5 muertes en cada uno de esos países, Pakistán (4), Somalia (3) y Yemen, Filipinas, Brasil, Haití y Honduras (2).

Por regiones, América latina lidera la clasificación con 18 muertes, seguida de 12 en Asia-Pacífico, nueve en el África subsahariana y ocho en el mundo árabe y Oriente Próximo. El informe completo se puede consultar en la página de la FIP.

"Esta cifra (...) nos da un alivio espurio porque nuestro informe revela que cada vez más periodistas mueren en tiempo de paz por informar sobre corrupción, crímenes, abuso de poder, por encima de los fallecidos en zona de guerra", ha afirmado el presidente de la FIP, Younes Mjahed.