Educar a los educadores: el paso clave para cerrar la brecha digital en Argentina
En Argentina, la brecha digital educativa continúa siendo uno de los grandes obstáculos para lograr una enseñanza equitativa.
No se trata solo de la falta de computadoras o conexión a internet: la verdadera deuda está en la capacitación docente y en la integración real de la tecnología dentro de las aulas.
En los contextos más vulnerables, esta desigualdad se traduce en exclusión social y pérdida de oportunidades.
Organizaciones como el Patronato de la Infancia trabajan desde hace años para revertir esta realidad, convencidas de que la tecnología puede ser un motor de inclusión.
Gracias a donaciones, alianzas y programas como el Plan Sarmiento y el Picadito Digital, las escuelas Ángeles Custodios e Infancia 2000 lograron equipar aulas, garantizar conectividad y promover la alfabetización digital a través de actividades creativas y lúdicas que desarrollan pensamiento crítico.
Sin embargo, desde la institución advierten que el desafío va más allá de los dispositivos: se necesita del apoyo constante de la comunidad para sostener proyectos que integren no solo tecnología, sino también contención y creatividad.
Plataformas como CuotaQ permiten que estas iniciativas se financien de forma transparente y sostenida, logrando que más chicos accedan a una educación con igualdad de oportunidades.
El verdadero reto: educar a los educadores
Expertos como Félix Galeano, coordinador tecnológico del Instituto Sudamericano Modelo, sostienen que invertir en computadoras o infraestructura no es suficiente si no se acompaña a los docentes en el aprendizaje de herramientas digitales.
Muchas escuelas priorizan lo material y relegan la formación de sus equipos por falta de presupuesto. Pero, según Galeano, la verdadera inclusión llega cuando los maestros tienen los recursos y conocimientos necesarios para liderar la transformación digital en las aulas.
La conclusión es clara: la educación del futuro no depende solo de la conectividad o de más computadoras, sino de poner en el centro a los docentes y capacitarlos para guiar a sus estudiantes hacia un aprendizaje innovador, inclusivo y sostenible.