El enigma del Anticristo en Silicon Valley: la obsesión de Peter Thiel con el fin del mundo

El millonario de la tecnología vincula la aceleración de la inteligencia artificial y la defensa con las profecías bíblicas sobre el Apocalipsis. Sus conferencias mezclan religión, geopolítica y negocios

BAE Negocios

Peter Thiel, el inversor que construyó su fortuna en PayPal, Palantir, Facebook y compañías de defensa y datos, quiere que el mundo piense más en el Anticristo. Desde hace un año desarrolla en público un marco interpretativo que une las profecías bíblicas con los riesgos que plantea el avance de la tecnología, en particular la inteligencia artificial y las armas autónomas.

En una conferencia en San Francisco, Thiel afirmó que “frenar o regular el progreso científico aceleraría la llegada del Anticristo”, según asistentes al encuentro. El empresario, devoto cristiano, profundiza esa visión en un ciclo cerrado de cuatro charlas que concluirá en octubre.

 

Entre Silicon Valley y el Apocalipsis

Conocido por sus inversiones estratégicas en sectores de alto impacto —IA, defensa y ciberseguridad—, Thiel se aparta del tono secular que domina en el corazón tecnológico de California. Su mirada introduce un registro teológico en la discusión sobre el futuro de la innovación y los riesgos existenciales que ésta conlleva.

De acuerdo con una reseña del Wall Street Journal, el inversor describe un escenario final marcado por amenazas múltiples: guerra nuclear, catástrofes ambientales, bioterrorismo y robots asesinos guiados por inteligencia artificial.

En la narrativa de Thiel, todos esos riesgos confluyen en un desenlace bíblico: la batalla final de Armagedón y el surgimiento de un gobierno único global. Ese orden, prometedor de paz y seguridad, sería en realidad un régimen autoritario totalitario que encarnaría al Anticristo, definido en la tradición cristiana como el adversario personal de Dios antes del fin de los tiempos.

 

Una agenda que mezcla fe y poder

El giro espiritual de Thiel coincide con una tendencia más amplia: ejecutivos y referentes tecnológicos que, ante la velocidad del cambio, apelan a marcos religiosos o éticos para reflexionar sobre los límites del progreso. Su influencia, con cientos de millones de dólares invertidos en empresas sensibles, podría orientar debates sobre gobernanza de la IA, seguridad global y sostenibilidad hacia un terreno donde se cruzan filosofía, religión y poder económico.

El propio Wall Street Journal sintetizó su mensaje: “Peter Thiel quiere que todos piensen más en el fin del mundo”.

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