La Ciudad de Buenos Aires eliminó el costo de 71 trámites administrativos, entre ellos algunos esenciales para obtener o renovar la licencia de conducir. La medida, impulsada por la Legislatura porteña y respaldada por el gobierno de Jorge Macri, apunta a reducir la burocracia y aliviar el gasto de los ciudadanos, especialmente en un contexto económico de alta presión sobre los ingresos.

Entre los trámites que ahora serán completamente gratuitos se incluyen los estudios médicos y psicosensométricos, así como los certificados de antecedentes requeridos durante el proceso. Antes de la reforma, esos trámites podían representar un gasto de entre $1.000 y $3.000 por solicitante.

Qué trámites ahora son gratuitos

En detalle, los costos eliminados corresponden a:

• Exámenes médicos obligatorios, que incluyen control de visión, audición y salud general.
• Estudios psicosensométricos, que evalúan reflejos, tiempos de reacción y aptitud psicológica.
• Certificados de antecedentes penales e infracciones de tránsito, necesarios para validar la idoneidad del solicitante.
• También dejará de cobrarse el estudio psicodiagnóstico o neuropsicológico que se exigía en casos específicos, tras la entrevista psicológica inicial. Este examen llegaba a superar los $14.000 y representaba una de las principales barreras económicas del proceso.

Beneficio para ciudadanos y pymes

Además de beneficiar a los particulares, la gratuidad de estos trámites impacta positivamente en las pymes y comercios que deben gestionar licencias para empleados y conductores. El nuevo esquema reduce los costos operativos vinculados a la actualización o gestión de permisos para flotas comerciales.

Las pequeñas empresas ahora podrán destinar esos recursos a otras áreas clave del negocio, mejorando su margen operativo en un contexto de ajuste.

Un proceso más ágil y accesible

La eliminación de tarifas implica también una simplificación del proceso administrativo. Los solicitantes ya no tendrán que afrontar pagos en distintas etapas, lo que facilita y acelera la obtención o renovación del permiso. Esta medida podría generar un aumento en la cantidad de personas que acceden a regularizar su situación de conducción.

El Ejecutivo porteño enmarca esta medida dentro de una serie de reformas administrativas orientadas a la desburocratización, con el objetivo de mejorar el acceso a servicios esenciales y reducir la presión económica sobre los vecinos de la Ciudad.