El "Madoff argentino" se defiende en la Justicia por las acusaciones de estafa

Enrique Blaksley, ex dueño de Hope Funds, está acusado de defraudación por $1.500 millones 

BAE Negocios

El empresario Enrique Blaksley, quien está siendo juzgado por una estafa multimillonaria, intentó mejorar la situación del resto de los acusados, algunos de ellos familiares suyos, al asumir haber sido el dueño de la totalidad de las acciones de la empresa Hope Funds y afirmó que "jamás en la vida" imaginó defraudar a sus clientes.

Además, en su indagatoria, que realizó por videoconferencia desde la cárcel de Ezeiza, el denominado "Madoff argentino" sostuvo que la crisis de su empresa comenzó con los cuestionamientos a su emprendimiento inmobiliario Verazul, en Nordelta, hasta que lo "destruyeron".

De esta manera, Blaksley continuó con su declaración indagatoria en el juicio que se le sigue ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 y en la jornada respondió preguntas de los abogados de otros acusados y de la fiscalía. El empresario no dudó al responder "yo" cuando le preguntaron quién era "el verdadero dueño del ciento por ciento de las acciones" de Hope Funds, la empresa mediante la cual se realizó la supuesta estafa.

"Jamás en la vida imaginé una estafa a los clientes", dijo en la audiencia a la que asiste por Zoom desde la cárcel de Ezeiza.

El empresario sostuvo que muchos de los juzgados junto con él, entre ellos una hermana, tenían "una actividad meramente administrativa" y que las decisiones "respecto de la plata, qué comprar y la mecánica de los mutuos" se tomaban entre él y los "brand managers" de la estructura comercial, Joaquín Romero Victorica, Jaime Bullrich y Juan Quevedo.

"Los administrativos que están acá (acusados con él) eran todos empleados, o ni siquiera. Uno era un profesor de gimnasia al que le hice un favor para darle un trabajito más y terminó en un problema", indicó Blaksley.

"Lo único que hice fue tratar de defender un negocio", explicó el empresario cuando recordó que la crisis de su empresa empezó con el emprendimiento Verazul, el proyecto "más importante que tuvo Hope Funds".

Luego se refirió a las inundaciones en la zona por las cuales se responsabilizó a Verazul, ubicado a la vera del río Luján. "Lo destruyeron", dijo Blaksley y agregó: "Me usan a mí para hacer operaciones publicitarias para ellos, que son los que hoy están administrando Verazul".

"Yo fui judicializado en mayo de 2015 y empecé esta historia que derivó en mi detención", agregó.

"Jamás moví un bien, nunca hice alguna actividad con algún bien desde que fui inhibido, nunca vendí un bien ni quise ocultar un paquete accionario de nada", explicó el acusado ante los jueces Néstor Costabel, Jorge Gorini y Ricardo Basílico.

El empresario está siendo juzgado junto a otros dieciséis acusados por una supuesta megaestafa, por un monto calculado en $184 millones, contra unos 300 inversores. Además está acusado por "lavado de activos de origen delictivo, asociación ilícita y captación de ahorros del público no autorizada, agravada por haber sido cometido mediante oferta pública".

Además de Blaksley son juzgados su cuñado y gerente administrativo de Hope Funds, Federico Dolinkué; el encargado de formar las sociedades en el exterior, Alejandro Miguel Carozzino, y la gerente comercial, Verónica Vega, entre otros.

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