El partido de San Martín es tierra de nadie: terror entre los vecinos por ola de robos, usurpaciones y la llegada de sicarios rosarinos
Las autoridades municipales no responden a las denuncias. La inseguridad en ese municipio bonaerense es algo cotidiano y se agrava día a día con el narcomenudeo.
En el partido de San Martín, los vecinos reconocen estar a merced del mandato de los robos, las usurpaciones y el narcomenudeo.
Por si fuera poco, dicha comercializacion de drogas implicó la llegada de un grupo de sicarios rosarinos.
Así lo revelaron los habitantes del distrito, quienes aseguraron vivir bajo la resignación y la subsistencia ante el delito, que lo afrontan protegiéndose entre sí, al no recibir respuestas de las autoridades municipales.
“San Martín está en una situación compleja”, señaló, a Crónica el concejal Marcelo Ballester, respecto a la inseguridad en el municipio.
Una problemática que resulta la más mencionada por los vecinos, y que Ballester distingue en “las entraderas y en las usurpaciones de todos los días. Ven un lugar vacío y se meten, no podes ausentarte un día de tu casa porque te la toman”.
En referencia a los robos, el concejal dejó en claro que “los deliverys y los transportes de aplicaciones son los más atacados por los delincuentes”.
Principalmente esta modalidad tiene lugar en la localidad de Villa Hidalgo, con el afán de sustraer la recaudación, o las pertenencias de los chóferes, o incluso apropiarse de los autos para cometer nuevos atracos y posteriormente descartarlos, incinerándolos.
Justamente, Soledad vive en dicha zona de San Martín y por temor mantuvo su apellido en reserva, y que aseguró que “los remises no entran a mi barrio".
"Para nosotros es un problema porque habitualmente los tomamos para que nos lleven a una parada de colectivos que haya gente, porque la más a cercana es a 10 cuadras y allí nos roban todos los días”, dijo.
Víctima de robo mientras esperaba el colectivo fue Laura, en Billinghurst. La joven, quien también no brindó su apellido por miedo a represalias, fue cercada por 2 malvivientes en moto, en el momento que aguardaba una unidad de la línea 52, a las 7.30.
En este sentido, la mujer relató, a este medio, que “simulaban tener un arma. Se desenvolvieron con una impunidad que me shockeó, porque frenaron con tranquilidad y así se fueron después robarme. Me pasó en una parada segura, aunque apreté el botón y no funcionó”.
La joven también fue testigo directo del asalto a un hombre, en Matheu y Cerrito, hace 2 semanas. Le sustrajeron su moto, que los propios vecinos encontraron en las redes sociales.
Sin embargo, Laura reveló que “logramos identificar al rodado en el barrio La Carcova. Pero cuando fuimos a la comisaría le dijeron al dueño de la moto: ‘Conseguite a alguien, y anda a buscarla porque nosotros no podemos ir’”.
Por esta razón Soledad reconoció que “en mi cuadra los vecinos pusieron una alarma vecinal, porque la presencia policial tarda en llegar.
Además optamos en organizarnos entre nosotros para salir a la misma hora hacia la parada de colectivos”. A su vez, la mujer reveló que “implementé llevar un gas pimienta en la mochila”.
No obstante, a pesar de los atracos en la vía pública y de las usurpaciones, el narcomenudeo constituye una de las principales preocupaciones de los vecinos de San Martín.
Más aún para quienes residen en los barrios “18”, “9 de Julio”, “Loyola” y “Lanzone”, sindicados como “territorios de la droga”.
En la zona de “9 de Julio”, Ballester reveló que “hay un grupo de rosarinos que entró a San Martín para hacer un sicariato en la villa. Realizan trabajos que los líderes narcos de acá ya no lo quieren hacer, y se quedaron en la 9 de Julio, y en el Barrio 18”.
En cuanto a la operatoria de las redes que lideran la comercialización de estupefacientes en el distrito, el concejal remarcó que “el narcomenudeo se ha organizado, porque se delimitan las zonas, en el marco de un pacto entre bandas”.
En tanto, Laura destacó que “la calle General Lavalle es la ruta de la droga. En mi zona se ve a los soldados de noche, y son menores de 15 años, que andan en motos sin patente, en la zona de la Plaza Billinghurst”.
En ese marco de inseguridad en sus múltiples expresiones, los residentes del distrito enfatizan que “estamos a la deriva”.
La expresión corresponde a Laura, quien afirmó que “siempre hay un motivo para liberar a los ladrones, dado que las denuncias quedan en un cajón, y no queda otra que cuidarnos entre los vecinos”.
