La ciudadanía italiana, con más restricciones: quiénes no podrán acceder

El Senado aprobó el decreto que restringe el derecho de sangre; ahora pasa a Diputados y luego será ley

BAE Negocios

El Senado de Italia aprobó este jueves el decreto-ley impulsado por el gobierno de Giorgia Meloni que endurece las condiciones para obtener la ciudadanía italiana. La nueva normativa limita severamente la transmisión del derecho de sangre (ius sanguinis) y afecta a hijos o nietos de italianos nacidos en el exterior.

Con 81 votos a favor y 37 en contra, el Senado dio luz verde a la iniciativa que establece que la ciudadanía italiana ya no se transmitirá automáticamente a quienes nazcan fuera del país y tengan otra ciudadanía. Además, excluye a los nacidos en el extranjero antes de la entrada en vigor de la ley.

El texto, que ya recibió enmiendas, pasará ahora a la Cámara de Diputados, donde se espera su votación la próxima semana. Luego deberá recibir la firma del presidente para entrar en vigencia de manera definitiva. El decreto-ley 36 rige desde el 28 de marzo y, al contar el oficialismo con mayoría parlamentaria, no se anticipan obstáculos en su aprobación final.

El canciller Antonio Tajani defendió la medida: “La ciudadanía debe ser un reconocimiento serio y consciente, que se confirma mediante el compromiso”. Afirmó que la reforma busca evitar abusos y fortalecer la integridad del sistema.

 

Los cambios clave del nuevo decreto

Las enmiendas introducidas determinan que solo los hijos o nietos mayores de edad podrán solicitar la ciudadanía si su progenitor o abuelo poseía exclusivamente la nacionalidad italiana al momento de su muerte. Si tenían doble ciudadanía, se niega el derecho.

En el caso de menores, el decreto establece dos fechas límite: los nacidos antes del 27 de marzo de 2025 tendrán hasta el 31 de mayo de 2026 para ser inscriptos en el sistema consular virtual (Fast It); los nacidos después de esa fecha tendrán un año desde su nacimiento para registrarse.

También se introdujo una excepción: los turnos consulares solicitados antes del decreto seguirán rigiéndose por la ley anterior.

Por último, se abre una vía para quienes posean ascendencia italiana de cualquier generación y decidan mudarse a Italia: si fijan residencia y viven legalmente durante dos años, podrán solicitar la ciudadanía bajo el nuevo marco legal.

 

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