Luego de varios días de polémica, la Unión Argentina de Rugby (UAR) decidió levantar las suspensiones que había impuesto contra los jugadores de Los Pumas Pablo Matera, Guido Petti y Santiago Socino, a quienes escracharon por haber publicado mensajes discriminatorios en sus redes sociales hace ocho años o más. También le fue restituída la capitanía del equipo a Matera, y este sábado los tres podrán compatir contra los Wallabies de Australia.

La sanción duró apenas 48 horas. Todo comenzó cuando usuarios de Twitter, indignados porque Los Pumas no rindieron homenaje a Diego Maradona en su último partido, comenzaron a buscar en publicaciones de algunos jugadores y en los perfiles de Matera, Petti y Socino encontraron dichos violentos contra sus empleadas domésticas, así como comentarios xenófobos, homófobos e incluso antisemitas.

Las publicaciones en cuestión son de entre 2010 y 2012, con lo cual la UAR remarcó en un comunicado que desde entonces "no han repetido acciones similares durante estos más de ocho años, y que han demostrado durante este tiempo ser personas de valores firmes e íntegros y dignos de integrar nuestro seleccionado", y que fueron acciones motivadas por la "inmadurez" de los jugadores en ese entonces, cuando tenían entre 17 y 20 años.

De acuerdo a la UAR, "el proceso disciplinario continúa" y la Comisión de Disciplina del organismo "arribará a una resolución final en los próximos días de acuerdo con los tiempos del procedimiento", pero "en esta primera instancia considera que el sostenimiento de las medidas preventivas resultan innecesarias, por lo cual resuelve levantar la suspensión de los tres jugadores y restituir la capitanía de Pablo Matera".

El comunicado la institución indica que la suspensión a Matera, Petti y Socino fue levantada porque  "los tres jugadores manifestaron su profundo arrepentimiento, reiteraron el pedido de disculpas, ratificaron que no es lo que piensan y que fue un acto imprudente propio de la inmadurez", pero que "se hacen plenamente cargo y responsables", por lo que se pusieron "a disposición" de la investigación que busca "enmendar el daño causado".

Sin embargo, fuentes cercanas a la UAR confiaron a Télam que "la decisión se tomó en virtud del apoyo que surgió en favor de los jugadores" y no por su arrepentimiento. "Muchos jugadores se pronunciaron en favor de los sancionados y algunos hasta amenazaron con la posibilidad de no jugar si se mantenía la postura", agregó el portavoz consultado.

Además las amenazas de sus compañeros de irse si no restituían a los jugadores, la posibilidad de que Los Pumas no se presenten ante los Wallabies australianos (sábado a las 5:45 hora argentina) metió fuerte presión y la UAR ‘bajó un cambio’ para descomprimir la situación.

La UAR aseguró en su comunicado que con su intervención en el asunto "buscan hacer un análisis profundo de los hechos para una mejor y más justa resolución" y enfatizó que "repudió terminantemente este tipo de manifestaciones y a la vez entiende que las acusaciones difamatorias que se han vertido a partir de esto dañan a todo el rugby argentino sin excepción" y que "no representan" al deporte.

"La Unión Argentina de Rugby y el plantel tienen roles y responsabilidades distintas pero un mismo objetivo: hacer que el rugby siga creciendo como deporte. El camino de una reflexión profunda sobre ciertas prácticas asociadas a nuestro deporte, iniciado a principios de año con el programa Rugby 2030, no tenemos dudas de que demandará tiempo. Y requiere, tanto por parte de la dirigencia como del plantel, dar señales contundentes en el momento justo", afirmó la institución.