La primavera finalmente se hace sentir en Buenos Aires. Después de varios días frescos, el “calorcito” vuelve a instalarse en la Ciudad y el conurbano, con tardes que invitan a salir, disfrutar del aire libre y hasta guardar por un rato el abrigo.

Desde este jueves 9, las temperaturas pegan un subidón: el cielo estará despejado, el viento soplará desde el noroeste y el termómetro alcanzará los 27 grados. Será un día plenamente primaveral, de esos que empiezan frescos y terminan con sol a pleno.

El viernes 10, feriado nacional, llega con una promesa parecida, aunque un poco más cálida. Se espera una máxima cercana a los 28 grados y un ambiente húmedo, típico de los días que marcan el paso hacia el verano. Ideal para quienes hacer planes al aire libre, una escapada o simplemente ganas de disfrutar de la ciudad.

El sábado 11 mantendrá ese tono veraniego, con cielo algo más nublado y temperaturas que rondarán los 27 grados. Pero hacia la noche, el tiempo dará un giro: se espera la llegada de lluvias y tormentas, que podrían aparecer entre las 7 y las 10 de la noche y extenderse durante la madrugada.

El domingo 12 amanecerá con el cielo cubierto, algunas lluvias intermitentes y un descenso marcado de la temperatura. El viento del sur traerá aire más fresco, y las máximas apenas llegarán a los 19 grados. Será un cierre gris y ventoso para un fin de semana largo que arrancará con calor y terminará con campera.

A partir del lunes, el panorama volverá a mejorar. El sol reaparecerá de a poco y las temperaturas se mantendrán agradables, entre los 22 y 23 grados. Una muestra perfecta de la primavera porteña: días de calor, chaparrones repentinos y ese clima cambiante que anuncia que el verano ya está cerca.