Los conciertos online llegaron para seguir sonando

Con la entrada de jugadores fuertes como Spotify, la modalidad por streming se afianza como mercado post covid.

BAE Negocios

Cuando la industria de la música se vio enfrentada a una fuerte baja en la venta de discos –un fenómeno causado por internet– se reinventó potenciando los conciertos. El ingreso económico de los músicos ya no se basaba en la comercialización del registro sonoro sino en las entradas para los conciertos.

 El Covid-19 significó un nuevo golpe para un mercado que ahora encuentra alivio en el negocio de los shows online. La práctica surgió desde el comienzo de la pandemia como la estrategia de algunos músicos para no perder la conexión con las audiencias. Chris Martin de Coldplay y Taylor Swift fueron algunos de los astros que, desde la comodidad de sus casas y de forma improvisada, ofrecieron un par de canciones a través de redes sociales. Músicos locales también se sumaron a esa modalidad.

Esto sigue ocurriendo hoy en día a través de las alternativas de transmisión en directo que ofrecen Facebook, Instagram y YouTube. Ha sido el germen de un fenómeno que avanza hacia la consolidación. Es una nueva instancia que llegó para quedarse. 

Según El País de España, Spotify, la gigantesca compañía danesa, está preparando su entrada en el negocio mediante una nueva función que permitirá asistir a conciertos virtuales. Aunque aún no la ha presentado públicamente, se sabe que se llamará Virtual Events y sus detalles han sido revelados en internet por la ingeniera Jane Manchun Wong, quien suele filtrar pormenores de nuevos emprendimientos tecnológicos a través de las redes.

Además de la representación de millones de artistas, Spotify tiene acuerdos con plataformas de ventas de entradas como Ticketmaster y Eventbrite. Ahora usará esas redes para ofrecer shows en línea con la dinámica de los eventos a los que asistíamos antes de la pandemia.

Experiencias inmersivas en 3D

La de Spotify no es una iniciativa anecdótica. Mientras prepara Virtual Events, otras empresas buscan cómo producir y capitalizar shows virtuales en directo. La compañía británica Dice estuvo detrás de, por ejemplo, "Idiot Prayer", el concierto íntimo que Nick Cave ofreció, solo en el piano, el 23 de julio en el Alexandra Palace de Londres. Fue una velada única –exclusivamente para quienes pagaron sus entradas– que contaba con un plus audiovisual: la fotografía estuvo a cargo del galardonado Robbie Ryan ("La favorita", "Historia de un matrimonio") y la edición corrió por cuenta de Nick Emerson ("Lady Macbeth").

 "Ya estamos negociando con las ediciones de festivales de 2021 dos tipos de entradas: las presenciales y las de streaming", adelantó el productor Olivier Geynet en El País, confirmando que la iniciativa no llegará a su fin cuando se vuelva a la normalidad.

 Otra empresa involucrada en la música por streaming es la plataforma Melody VR, cuyo valor agregado es que le permite al usuario explorar espacialmente el concierto mediante anteojos de realidad virtual. Actualmente cuenta con un catálogo de recitales ya realizados de músicos como Cypress Hill y Kelly Clarkson, entre muchos otros, aunque la idea es abrirse próximamente a emisiones en directo.

 

Debut de los autoconciertos

El cantante y compositor Coti Sokorin y su banda Los Brillantes inauguraron el pasado fin de semana el primer Autoconcierto en vivo y con público en Argentina, desde el inicio de la pandemia, que se realizó ante unas 700 personas dentro de su vehículo en la costa de San Isidro. 

Se trata de una modalidad con la que también se está experimentando en varios países, con distinto nivel de aceptación. Surge emparentada con los autocines que están teniendo un boom. En la ciudad, se inauguró el sábado el primero en Obras y se planifican otros en La Rural y Punta Carrasco. 

 

 

 

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