Los elefantes se llaman por su nombre, reveló un estudio científico
La práctica de nombrar sugiere niveles avanzados de pensamiento y podrían ser tan arbitrarios como "Agustina" o "Juan" para los humanos. Se usó IA para discernir los retumbos
Ya sea resolviendo rompecabezas, haciendo cuentas o manejando herramientas, los elefantes son conocidos desde hace tiempo por sus capacidades cognitivas, y un estudio publicado esta semana sugiere otro aspecto más de su inteligencia: podrían incluso dirigirse unos a otros por nombres individuales.
Los investigadores analizaron 469 llamadas, o "retumbos", de elefantes africanos salvajes en Kenia que tenían un emisor y un receptor conocidos. Utilizando inteligencia artificial, ya que el oído humano tiene dificultades para discernir los retumbos, descubrieron un componente "similar a un nombre" que los elefantes reconocían y al que respondían más tarde cuando se reproducía la llamada, según el artículo publicado el lunes en la revista Nature Ecology and Evolution, mencionado por el Washington Post.
Las llamadas de los elefantesLos elefantes "utilizan este símbolo arbitrario para referirse a otro individuo", afirma Mickey Pardo, autor principal del estudio. "Esto nos dice que probablemente son capaces de entender la conexión abstracta entre el sonido que están utilizando y el individuo con el que tienen una relación".
También se sabe que algunos delfines y periquitos se dirigen unos a otros. Pero mientras esos animales imitan la llamada del individuo al que se dirigen, el nuevo estudio sugiere que los nombres de los elefantes no son imitativos, es decir, que sus nombres podrían ser tan arbitrarios como "Agustina" o "Juan" lo son para los humanos.
"Los elefantes se acercaron más rápidamente, vocalizaron antes y produjeron más vocalizaciones en respuesta a la reproducción de llamadas dirigidas a ellos que a otro receptor, lo que indica que pueden reconocer y responder a su propio "nombre", escriben los autores del estudio, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad Estatal de Colorado y organizaciones sin ánimo de lucro como Save the Elephants y ElephantVoices.
Los investigadores no pudieron aislar los nombres individuales de los elefantes y no llegaron a la conclusión de si distintos elefantes utilizaban el mismo nombre para un elefante determinado. El siguiente paso, escriben, es determinar cómo se estructuran los nombres utilizando un conjunto de datos mayor.
Aun así, los expertos en cognición animal afirman que la práctica de nombrar sugiere niveles avanzados de pensamiento.
Caitlin O'Connell-Rodwell, investigadora de la Facultad de Medicina de Harvard que lleva tres décadas estudiando a los elefantes en libertad, afirma que los resultados hablan "de la capacidad del elefante para imaginarse a otro elefante en su mente y dirigirse a él sin verlo necesariamente" y "sugiere la posibilidad más amplia del uso del lenguaje en los elefantes".
El estudio, dijo, representa "un paso elefantino en nuestra comprensión de esta especie altamente inteligente".
Los lazos entre elefantesPardo, que ahora es becario postdoctoral en la Universidad de Cornell, expresó que los hallazgos ponen de relieve la importancia de los lazos sociales de los elefantes, y añadió que la "única forma en que pueden nombrar a otros individuos" es "si se preocupan lo suficiente por ellos y tienen la suficiente necesidad de interactuar con ellos como para molestarse en aprender realmente sus nombres".
Los investigadores llevan tiempo reconociendo profundas capacidades cognitivas y empatía similares a las humanas en los elefantes, que son nativos de algunas zonas de África y Asia y pueden vivir hasta 70 años en libertad.
Se vio a elefantes llorar la muerte de un miembro de su comunidad y, tras un tiempo separados, parecen celebrarlo cuando se reúnen con sus amigos.
Pardo dice que parte de lo que le fascina de los elefantes es su naturaleza colaborativa, y señaló un estudio en el que dos elefantes trabajan juntos para obtener una recompensa.
"Ese tipo de sociedad altamente cooperativa con fuertes lazos sociales entre individuos es la raíz de muchas cosas interesantes sobre los elefantes", dijo, añadiendo que también es una cualidad que comparten con los humanos.
Según los autores, los hallazgos también podrían aportar información sobre los humanos, un posible hilo conductor en dos especies cuyo último antepasado común vivió hace entre 90 y 100 millones de años.
El "uso de etiquetas arbitrarias aprendidas es parte de lo que da al lenguaje humano su amplitud de expresión única", escriben, y los descubrimientos ofrecen la oportunidad de investigar qué "puede haber llevado a la evolución de esta rara habilidad en dos linajes divergentes".