Un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Communications advierte que el Ártico podría quedarse completamente sin hielo marino durante los veranos en menos de tres años, un evento que antes se proyectaba para la década de 2030. Este hallazgo se basa en simulaciones climáticas realizadas por un equipo liderado por las científicas Alexandra Jahn (Universidad de Colorado) y Céline Heuzé (Universidad de Gotemburgo).

Las proyecciones indican que fenómenos extremos, como otoños más cálidos y primaveras que retrasan la formación de hielo, están acelerando el deshielo. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero se identifica como el principal impulsor de esta crisis climática.

 

Impactos globales de un Ártico sin hielo

El deshielo en el Ártico afectará significativamente los patrones meteorológicos globales, además de destruir hábitats clave para especies como osos polares y morsas. “Aunque el primer día sin hielo no será un cambio radical inmediato, simboliza cómo las emisiones humanas están alterando un ecosistema vital”, explicó Jahn.

Actualmente, el Ártico pierde más del 12% de su cobertura helada por década. En septiembre de 2023, el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo registró uno de los niveles más bajos en la historia: 4,28 millones de kilómetros cuadrados, una cifra alarmantemente inferior al promedio de décadas anteriores.

 

¿Cómo retrasar la pérdida de hielo?

El estudio sugiere que una reducción drástica de las emisiones de carbono podría retrasar la desaparición del hielo marino y acortar la duración de los periodos sin hielo. Este hallazgo refuerza la importancia de los acuerdos internacionales sobre cambio climático y transición energética.

Con el Ártico acercándose al punto de inflexión, los gobiernos y organizaciones deben priorizar acciones inmediatas. El impacto en la biodiversidad, el clima y las economías costeras podría ser devastador si no se toman medidas concretas.