En línea con lo anunciado por el presidente Alberto Fernández el pasado jueves, la misión argentina llegó hoy a Moscú con el fin verificar el proceso de confección de la vacuna rusa contra el coronavirus (Covid-19) Sputnik V y que finalmente la Anmat dé el visto bueno para comenzar con la campaña de vacunación.

"Va a ser una semana intensa de trabajo", destacó la asesora presidencial Cecilia Nicolini que viajó junto a la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, e inspectoras de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) que se van a encargar de analizar los aspectos técnicos de la vacuna.

"Nosotras también avanzamos en lo que anunció Alberto Fernández con la firma del contrato para la adquisición de 10 millones de vacunas a ser entregadas entre diciembre, enero y febrero", anticipó Nicolini en diálogo con el canal C5N y aclaró que su visita al centro Gamaleya se trata de un "proceso estándar" donde se hace una "verificación del proceso de producción".

Según la asesora presidencial, el objetivo del viaje junto a las expertas es corroborar que la vacuna rusa cumpla con todos los "niveles de seguridad y eficacia" que permitan a la Anmat y al Ministerio de Salud "poder distribuirla y aplicarla".

En su anuncio del jueves, día en que además se celebraba el aniversario de su asunción, el presidente Alberto Fernández confirmó que el miércoles había firmado con el Fondo Soberano de la Federación Rusa un contrato que garantiza la provisión de dosis de la vacuna Sputnik V para inocular a 10 millones de personas.

Si la Anmat confirma la seguridad y efectividad de la Sputnik V, en el primer envío de vacunas llegarán 600.000 dosis para vacunar a 300.000 personas antes de fin de año. En enero podrán inmunizarse a 5 millones de argentinos y el resto será en febrero. A partir de marzo, el país pretende continuar la campaña con las otras vacunas.

Se trata del tercer contrato que la Argentina firma en vistas de garantizar la inmunidad de su población para hacerle frente a la pandemia del coronavirus. El primero fue con el laboratorio AstraZeneca que produce la vacuna de Oxford y el segundo fue con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través del mecanismo COVAX al que ya se han suscripto cientos de países para participar de manera equitativa y conseguir la vacuna una vez que esté disponible. 

Por otra parte, en la Argentina los laboratorios Pfizer/BioNTech, Jenssen y Elea están llevando a cabo estudios con voluntarios locales para comprobar la efectividad de las vacunas candidatas. Elea patrocina en el país la vacuna desarrollada por la CNBG (China National Biotech Group) en colaboración con el BIBP (Instituto de productos Biológicos de Beijing) y se prueba en la Fundación Huesped.