BRICS, los Papas y el aborto
La reunión "ladrillera" en Johannesburgo contó con la asistencia del presidente argentino. La exposición en el plenario mantiene un recorrido que, previsiblemente, el gobierno argentino ha articulado desde su asunción y potencia en este período que lo tiene como el Presidente anfitrión del G20. La necesidad de reinserción internacional va acompasada de un reclamo lógico que exige la necesidad de algún dispositivo más ecuánime de gobernanza global , ante los fracasos históricos de las organizaciones internacionales con preponderancia de las grandes potencias que buscaron, desde la Sociedad de las Naciones en adelante, consolidar sus posiciones perdiendo de vista el fenómeno de la globalización económica e informativa que entronizó en el altar el capitalismo unipolar e hizo visible la exclusión de millones de seres humanos dentro de sus países y muchos otros condenados al autoexilio.
No creo que Durán Barba tenga responsabilidad sobre el guión de inspiración ratzingerista de la necesidad de una gobernanza mundial que garantice ecuanimidad entre naciones y habitantes , pero es simpática la situación de escuchar a nuestro presidente en un foro multilateral de resonancia mundial con un discurso "benedictino" mientras el Senado de la Nación resiste operativos vaticanos con argumentaciones livianas y vetustas que poco acercan a Bergoglio a su rebaño. Un esquema disruptivo de pañuelo celeste debería alertar en este momento que instalar la libre decisión de 12 o 14 semanas puede abrir una ventana como la de un agujero negro para las multinacionales de biotecnología dedicadas a la investigación genética sobre embriones humanos de libre disposición.
Quien puedo lo más..... Y ni que hablar de las inversiones en empresas clínicas que impulsen con similares argumentos el derecho a la eutanasia. Encerrona dogmática en la que atribuirle un valor inequívoco a la noción de que todo tiempo pasado fue mejor, es elevar las palabras de Jorge Manrique a un determinismo infinito que nos lleve a aceptar irremediablemente a la historia como un proceso de aceleración continua y por ello, negativa. Es ubicarse en la Alemania de 1930 y considerar al nazismo como una evolución (filosófica, no sumo a Mengele para no incomodar al Senado). No por moderna una idea es esencialmente mejor a una pasada y viceversa. Ni en la lógica de las sociedades ni en las de los estados soberanos existen valores absolutos. Salvo la vida.
Volviendo a Sudáfrica, las reuniones importantes pasaron por la agenda bilateral con el presidente de Brasil y con el líder chino y el premier ruso. La de Brasil, como ya comentáramos en esta columna, depende de la próxima elección, en especial en lo referente al avance de las negociaciones Mercosur-UE. Cuanto más incierto es el panorama interno de los hermanos pentacampeones, más difícil el avance de las negociaciones con la Unión Europea. Todo y todas a la espera del futuro de Lula.
En relación al dialogo con Putín, las inversiones rusas en PPP abren un nuevo horizonte. Mientras el FMI no quiere que este sistema encubra deficit fiscal, se puede analizar que los encajes que sube el BCRA para secar la plaza y mantener a raya el dólar, toleren la excepción de la financiación bancaria a las PPP y vuelva más posible y atractivo el sistema para los inversores extranjeros, rusos inclusive.