Anticipan una suba en el área sembrada de trigo 2021/22
Los factores que impulsarán el aumento de superficie son el escenario alcista en la cotización del cereal, la demanda de granos sostenida a nivel mundial y la relación de precios favorable entre insumos y producto
El sector de insumos del agro anticipó un incremento en el área sembrada de trigo de la campaña 21/22, impulsado por un escenario alcista de precios, una demanda sostenida a nivel mundial de granos y una relación de precios favorable. Si bien no pusieron números a esta suba de la superficie triguera, remarcaron que habrá una “corrección hacia arriba”, en sintonía con estimaciones públicas y privadas.
En la antesala de una nueva campaña fina y con una campaña comercial que avanza a buen ritmo, existen una serie de factores que permiten anticipar una producción en cifras récord para el cereal. “Estamos en el nivel de precios anteriores a 2014”, reconoció Jorge Bassi, vicepresidente de Fertilizar, en el marco de una jornada virtual organizada por la entidad. En Chicago, la cotización del cereal es de 244 dólares la tonelada.
El directivo remarcó que si bien en los dos últimos meses aumentó el precio de los fertilizantes, la relación entre insumo y producto sigue siendo favorable y se ubica apenas por encima del encima del promedio histórico de los últimos cinco años. Un dato a tener en cuenta con respecto a esta tecnología es que en 2020 se registró un consumo récord de fertilizantes, que según Fertilizar alcanzó las 5,28 millones de toneladas, un 13% más en la comparación interanual.
Desde la entidad también afirmaron que pese al contexto de restricción al acceso de divisas, el año pasado la industria pudo importar las cantidades necesarias de este producto. Argentina compra cerca del 70% del total de fertilizantes consumidos, con Estados Unidos, China, Rusia, Marruecos y Egipto como principales proveedores.
Además del aspecto agronómico, los ensayos a campo llevados a cabo por la entidad mostraron que el uso de fertilizantes se refleja en una mejora de la rentabilidad. En una rotación de trigo y soja se segunda, el margen bruto por hectárea puede mejorar entre 35 y 109 dólares.
Las estimaciones de siembra indican un aumento en comparación al año pasado. De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), el área crecería un 1,5% en comparación al ciclo 2019/20, con 6,7 millones de hectáreas. En una línea similar, el Ministerio de Agricultura y analistas privados plantearon dos escenarios. En el esquema más conservador, la superficie implantada sería de 6,5 millones de hectáreas, mientras que las mejores expectativas posicionaron al cultivo en 7 millones de hectáreas.
De cumplirse este pronóstico y en base un rinde promedio de 3.100 kilos por hectárea, la cosecha llegaría a 20 millones de toneladas, que con los actuales valores internacionales del cultivo representan ingresos por 4.880 millones de dólares, de los cuales 585 millones ingresarían a las arcas fiscales en concepto de derechos de exportación. Este nivel de rinde aseguraría un abastecimiento sin sobresaltos en el mercado interno y mayores saldos exportables.
A diferencia de la campaña pasada, los suelos llegan al momento de la siembra con mayor carga de humedad, clave para una siembra exitosa. En este sentido, las últimas lluvias –que ralentizaron la cosecha de soja y maíz- son un factor que dará al cultivo un plus para pensar en rendimientos elevados.
Con respecto al avance de la campaña comercial triguera, desde el sector de las agronomías estimaron que si bien la compra de semillas se realiza a un ritmo menor, se percibe una buena performance en comercialización de fertilizantes.