El ciclo comercial de granos finos 2021/22 muestra una relación insumo-producto con precios por encima de los promedios históricos, pero con una tendencia a equiparse si continúa la tendencia alcista en el precio de los granos. De acuerdo a un informe elaborado por la Consultora AZ Group, la intención de siembra en trigo y cebada es sostenida, con una relación de precios que mejora si se incorpora soja de segunda en los planteos productivos. Un dato que marca el pulso de la campaña es la importación de fertilizantes, que de acuerdo a estadísticas oficiales mostró un fuerte crecimiento en urea, mientras que los fosforados se mantienen en el nivel de los últimos cuatro años.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en el primer trimestre del año se importaron 144.300 toneladas de urea, cifra que representa el mejor nivel de compras de los últimos años. De acuerdo al organismo, el precio minorista promedio para marzo fue de 540 dólares. En fosforados, en este período se registraron ingresos por 96.700 toneladas, en línea con las importaciones de las últimas campañas. En una jornada que organizó recientemente la Asociación Civil Fertilizar, destacaron que los fertilizantes exhiben una curva ascendente en su consumo. En 2020, se utilizaron 5,28 millones de toneladas, un 13% más en la comparación interanual.

Jeremías Battistoni, de AZ Group, señaló que las mejoras en las perspectivas de siembra se sostienen –entre otros factores- en la recarga de perfiles en las principales regiones productoras. En el caso de trigo, y de acuerdo a proyecciones públicas y privadas, se espera un área de siembra que oscilará entre las 6,5 y 7 millones de hectáreas.

En el caso del sur bonaerense -principal región productiva de trigo y cebada- la consultora calculó los márgenes netos por hectárea, medidos en dólares. El maíz lidera el ranking, con 284,3 dólares, seguido por el combo trigo/soja con 237,6 dólares por hectárea, girasol en 176,6 dólares y cierra la soja, con 85,1 dólares.

Los productores siguen de cerca las alternativas del precio de los cereales en Chicago, con un trigo que cotiza en 268 dólares la tonelada. En diálogo con BAE Negocios, Battistoni reconoció que “en las últimas semanas, el precio del fertilizante viene en baja y el trigo hacia arriba”. De esta manera, si bien falta recorrido, la relación precio-insumo del cultivo empieza a perfilarse favorable.

La estructura de costos para el cereal muestra incrementos con respectos al año pasado. Según proyectó la consultora, los costos directos del cultivo aumentaron un 17% en dólares, tomando como referencia el sur de Buenos Aires. En este promedio, el gasto en fertilizantes subió 35%; agroquímicos 17%; y semillas un 2%.

La cebada merece un párrafo aparte, con perspectivas de precio a cosecha muy favorables.  De acuerdo a estimaciones privadas, el área de siembra de este cultivo en la campaña pasada fue de 900.000 hectáreas y este año se espera un crecimiento de 10% a 15% en la superficie.

De cumplirse los pronósticos en trigo y tomando como punto de partida una cosecha de 20 millones de toneladas, a los valores actuales el cereal generará divisas por 5.330 millones de dólares, de los cuales 643 millones de dólares ingresarían a las arcas fiscales en concepto de derechos de exportación. Además, este nivel de cosecha aseguraría un abastecimiento sin sobresaltos en el mercado interno y mayores saldos exportables.