Jack

Hoy le pegan a Francis Ford Coppola por Megalópolis (Spoiler: vale la pena verla), pero le habían pegado mucho por esta comedia sobre la infancia y el tiempo con Robin Williams, que interpreta a un niño que crece -y envejece- cuatro veces más rápido que el resto. No sólo es brillante y conmovedora, sino que es un cuento que presenta, también, una reflexión sobre la fugacidad de la vida y la felicidad. Ninguno de los denuestos proferidos cuando su estreno era merecido. Y es de los mayores trabajos de Williams. Hay que reivindicarla.

Misión a Marte

Es la única película de Brian De Palma definitivamente apta para todo público. Lejos de los crímenes y el terror, esta aventura de ciencia ficción implica pensar, también, sobre el futuro no de lo humano, sino de la vida. El espíritu que ronda toda la película (vean la secuencia de baile) es el de John Ford, con el paisaje indiferente al drama humano y esos personajes unidos por la amistad, la camaradería y el amor. Por lejos, una de las mayores obras maestras de un director demasiado maltratado. Y es una pena que no se coloque este filme en el lugar de nobleza que merece. Véala con los chicos.

Rescate en el Barrio Chino

John Carpenter decide jugar (también de modo casi infantil) con un cuento que se parece a un videjuego, una fantasía en la que un camionero (Kurt Russell en estado de gracia cómica) tiene que rescatar a su novia (la genial Kim Catrall años antes de ser el corazón de Sex and the City) de una secta fantástica y un ritual tremebundo. Pero todo se parece a un videojuego y, de hecho, Carpenter parece reírse de lo que entonces comenzaba a ser el futuro joystick mediante. Divertida y, cuidado, virtuosa en puesta en escena.

El rey de la comedia

No se lo digan a nadie, pero esta es la mejor película de Martin Scorsese por muchísimo. Jerry Lewis es un comediante con un late show televisivo; Robert De Niro es un pésimo cómico que sólo quiere ser famoso y célebre, y termina raptando a Jerry. Sí, Guasón viene de acá, pero esta es (mucho) mejor. Lo de De Niro es fabuloso como el personaje cómico/patético/psicópata, y lo de Lewis, sublime como el "normal". Incluye algunas de las mejores y más molestas secuencias de la historia. Obra maestra.