Deadpool & Wolverine: misión cumplida de levantar la taquilla global
La producción de Marvel/Disney Deadpool & Wolverine se transformó en el mayor lanzamiento del año en curso y rompió varios récords, así como permitió afianzar la taquilla global en un año que parecía muy preocupante. Los números en los EE.UU. y la Argentina: por qué funcionó.
Parecía una apuesta segura, segurísima, pero como siempre, había que esperar el estreno. No hubo problemas: la única película "grande" de superhéroes de 2024, la producción de Marvel/Disney Deadpool & Wolverine, quedó en el primer lugar de las recaudaciones en los Estados Unidos y en todos los demás mercados en los que se estrenó, incluyendo la Argentina, donde hizo más de 995.000 espectadores de jueves a domingo. Los números son espectaculares en todo sentido y refuerzan el alivio en un año que la exhibición cinematográfica veía como muy complicado.
Los récords son varios. Con 205 millones de dólares en los Estados Unidos, se convirtió no sólo en el mayor debut del año (superando al anterior, Intensa Mente 2, también de Disney, que había arrancado con 155 millones). Consiguió que el Marvel Cinematic Universe, que comenzó con Iron Man en 2008, cruzara la barrera de los 30.000 millones de dólares de recaudación neta (es la primera franquicia que lo logra). Es, además, el octavo mejor debut contemporáneo en cines norteamericanos, y uno de los nueve que rompieron la barrera de los 200 millones en su primer fin de semana.
Si se suman todos los mercados, la película consiguió recaudar 448 millones de dólares. Si se tiene en cuenta que costó poco más de 200 y unos 100 en marketing global, ya es un negocio asegurado. Habrá que ver -el dato todavía no se conoce- cuánto logra bajar el déficit promedio en venta de entradas de 2024 con respecto a 2023. Antes de Intensa..., estaba en un 24%, pero el éxito del filme de Pixar lo bajó a 16%. Es más que probable que, de continuar con esta carrera, Deadpool... logre equiparar los números de la exhibición en salas a los del año pasado. Hay un récord más: la película es el filme "R" ("Restricted", equiparable a nuestro Apta para mayores de 16 años) más recaudador de la historia. E hizo en su primer día 95 millones de dólares, más que varios "tanques" del año en toda su carrera en salas (lo que incluye Furiosa y Profesión peligro).
Por un lado, es un alivio para Marvel/Disney, que venía de capa (muy) caída en 2023, con las decepciones de Ant-Man: Quantumania y, sobre todo, The Marvels, gran fracaso de taquilla. Aquí se puso toda la carne al asador: una franquicia exitosa hecha casi al margen del "filme familiar" que es norma en la firma, personajes y actores muy conocidos y queridos (el acierto de Hugh Jackman como Wolverine de regreso), y una expectativa creada durante, por lo menos, tres años.
Aquí no corrió la "fatiga de superhéroes" que afectó a las películas mencionadas (fogoneada, todo hay que decirlo, por la sucesión a mansalva de series a medio cocinar en Disney+ y por un tejido de historias interrelacionadas que requerían una enciclopedia para comprender cada referencia). Y no corrió porque el atractivo era menos "el universo MCU" que la comicidad feroz del personaje interpretado por Ryan Reynolds. El público masivo quería divertirse: ahí está el secreto, más allá de que quizás no haya película más llena de referencias y chistes internos en los últimos años (salvo las anteriores Deadpool, claro).
Por el otro, una puesta en limpio de que el drama gigantesco o la épica trágica sólo funcionan si se van constrruyendo de a a poco, y que en el fondo estas películas apelan al niño interior, que quiere verlas para sentir felicidad. Más allá de que Marvel sufrió en los últimos tiempos, además, la baja de su próximo gran villano, Kang (porque quien lo interpretaba, Jonathan Majors, quedó baneado del universo del entretenimiento por ejercer violencia de género) y una deriva narrativa que parecía no ir a ninguna parte. Deadpool & Wolverine implica volver al origen.
¿Prueba? Los anuncios del pasado sábado en el panel de la firma en la Comic-Con, donde se anunciaron Los 4 Fantásticos, Thunderbolts y las próximas dos películas de Avengers: Doomsday y Secret Wars (la segunda, basada en uno de los más exitosos arcos narrativos de los comics en los años 80) dirigidas por los hermanos Russo, motores de Infinity War y Endgame. Y que el villano Victor Von Doom, némesis eterno de Los 4 Fantásticos, será Robert Downey Jr., el que inauguró el negocio junto a Jon Favreau (spoiler: aparece en Deadpool & Wolverine) con Iron Man. Hitchcock decía que, cuando las películas no funcionan, hay que rápidamente "correr a cubierto" ("run for cover"). Es lo que hizo Marvel y Deadpool y Wolverine limpiaron, violentamente, el camino.