El musical Wicked marca un récord para el audiovisual on demand
La película producida por Universal recaudó en su primera semana de alquiler y venta on demand u$ 70 millones, sin dejar de recaudar en salas. Un cambio de tendencia importante para quienes desconfiaban de “bajar” la duración de la ventana de exhibición en salas.
Mientras la temporada de premios y los incendios en Los Angeles -y la relación entre ambos- es el principal tema del que se ocupan en los EE.UU. los medios dedicados al espectáculo (y con razón), algo curioso pero importante para el futuro del audiovisual no sólo en el primer mercado en importancia sucedió la semana pasada. Algo que pasó inadvertido en general: la película Wicked sumó 70 millones de dólares a su recaudación de casi 700 millones gracias el video on demand pago.
La cifra es impresionante: el 10% de la recaudación total de la película en todo el mundo. Más impresionante si se tiene en cuenta de que todavía está en cartel en la mayoría de los mercados -y tiene aún tiempo para seguir-. Esto rompe un mito: que el on demand acaba con las posibilidades comerciales de una película en salas, pero para esto hay que tener en cuenta que el filme estuvo sólo en pantalla grande por cuarenta días.
Es decir, uno de los puntos más importantes a pensar de este "récord" es cómo funcionan las ventanas de exhibición. Es cierto que estamos en un escenario particular: Wicked no salió todavía en plataformas de streaming dentro de la oferta general de las mismas (de hecho, aún no hay una fecha establecida para que el musical pase a svod), sino en alquiler digital. De allí la cifra, dado que cada alquiler es pago.
Pero, como se dijo, rompe un prejuicio respecto de cómo puede afectar al negocio de la exhibición la salida de una película para el hogar. Dicho de otro modo: son dos negocios paralelos en el cual la pantalla grande incrementa el interés por la revisión o el descubrimiento de una película en video hogareño. La lección más importante al respecto es que "depende de la película" y del interés que su dimensión como espectáculo despierte para pagar una entrada. Lo que, más tarde, empuja la recaudación en alquiler hogareño.
Wicked era una apuesta grande de Universal, que fue el primer estudio en "achicar" la ventana para el alquiler on line a 40 días (era de 75 a 90), algo que la industria consideraba un suicidio. Pero desde que implementó esa política en 2021, ha recaudado por esa vía más de 1500 millones de dólares, y se convirtió en una de las más importantes fuentes de ingresos "puros" del estudio. El precio de Wicked varía si se compra para "tener" siempre en formato digital (son 30 dólares) o se alquila por tiempo limitado (20 dólares): una pequeña división permite saber cuántos espectadores quisieron "tener" o rever la película tras su estreno, y es además una perfecta medida de qué buscan los espectadores. Cash y estudio de mercado al mismo tiempo, el mejor de los mundos casi al mismo tiempo que un producto cinematográfico se pone en circulación.