COBERTURA

Después de una competencia feroz, Anora se lleva el Oscar a Mejor película y cuatro más, rompiendo Hollywood

Después de meses de campaña salvaje, sin favoritos totales a la vista y con un cuadro musical de Cinthya Erivo y Ariana Grande, estrellas de Wicked, Anora se llevó cinco estatuillas en la gala número 97 de los premios Oscar, bajo la conducción -por primera vez- de Conan O'Brien

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Fueron meses en los que los favoritos cambiaron varias veces de nombre, que tuvo campañas destructivas (¿recuerdan a Emilia Pérez? No importa, casi nadie lo hace), se llevó a cabo la entrega de los premios Oscar. Primero, un cuadro musical a cargo de las estrellas de Wicked Cinthya Erivo y Ariana Grande. Luego, Conan O'Brien, con un gag sobre La Sustancia (salió del cuerpo de Demi Moore) y su monólogo, que incluyó una referencia complicada pero triunfante sobre la campaña de destrucción masiva contra Karla Sofía Gascon (cuando sólo bastaba decir que Emilia Pérez es horrible). Hubo un cierre sorpresa a cargo de Adam Sandler y no, nadie hizo ningún chiste político. 

Lindo speech el de O'Brien. Hubo homenaje a los bomberos de Los Angeles y directamente pasamos a los premios con el señor Robert Downey Jr. presentando el galardón al Mejor Actor de Reparto. La tónica, el presentador dice un elogio de los nominados (Downey sabe cómo) y allí vamos. El premio fue para Kieran Culkin por su rol en Un dolor real. El hermano de Mi pobre angelito, sí, pero también el cínico joven de Succession. Cero sorpresa, venía ganando.

Segundo premio de la noche, presentado por Andrew Garfield y Goldie Hawn (otra tónica, hablar y que uno celebre al otro -párrafo aparte: gran voz, como siempre, la Hawn). La categoría fue para el mejor largo animado, categoría complicadísima con mucha calidad y sólo una película realmente “industrial” (Intensa Mente 2). Pero ganó la que ya se había llevado todos los premios anteriores: Flow, obra maestra sin diálogos realizada en Letonia, que además estuvo nominada a Mejor película internacional. Sí, fue justísimo.

Inmediatamente, el corto animado, que fue para In the shadow of the Cypress, un corto iraní que trabaja sobre el el stress post traumatico. Hubo una dedicatoria a los que luchan por la paz (imaginamos que en Irán) y un comportamiento -por decirlo suavemente- machista del director hacia la directora del corto. Al menos ganaron.

Comenzó entonces eso que todos los que seguimos desde hace dos mil años la celebración consideramos “la hora técnica”, cuando la Academia hace lo imposible por generar interés. Llegó Mejor Vestuario (tras un gag, y con los actores de las películas nominada hablando lindo de los diseñadores). Se lo llevó Paul Tazewell por Wicked (gran trabajo o, por lo menos, intensivo). Tras una hora de emisión, no se escucharon los nombres “Trump” o “Elon”. Eso sí, Tazewell subrayó ser afroamericano, etcétera. Por ahora, lo más parecido a una expresión woke.

Pasó algo interesante: Conan O'Brien hizo un chiste sobre el triunfo del alemán Emil Jannings en 1939, actor favorito del régimen nazi. Nadie aplaudió el nombre, pero es difícil saber si era porque sabían quién era o simplemente por lo contrario. Apostamos por lo segundo. En fin, llegó el Oscar al mejor guión original, presentado con gracia por Amy Poehler. El premio quedó en manos de Sean Baker por Anora. Baker escribió, dirigió, produjo y montó la película. Y es brillante en todos esos rubros.

Inmediatamente -llegó el premio al Mejor guión adaptado. Pocos aplausos cuando se mencionó Emilia Pérez (¿Se acuerdan de Emilia Pérez?). Fue para Cónclave, la otra favorita de la noche, junto con Anora. Peter Straughan no dijo nada, pero llevó una cinta con los colores de Ucrania. Lo más parecido a un “statement” hasta el momento.

Mejor maquillaje y peluquería era complicado, realmente. Mucho trabajo de prostéticos en las nominadas. Pero fue para -era medio obvio, digamos todo- La Sustancia. Hasta ahora, los premios están muy repartidos y no hay favorita ni acumuladora serial. ¿Alguien se acuerda de Emilia Pérez? 

Lo que vino fue un gran momento: una recopilación de grandes escenas de James Bond con todos los actores que lo interpretaron (salvo David Niven, Peter Sellers y Woody Allen, si no lo sabían, fueron Bond). Tampoco se lo vio a George Lazenby (¿Alguien recuerda a George Lazenby?). En fin, lo presentó Halle Berry y, a la manera de los programas cómicos argentinos de los setenta, lo siguió un musical con bailarines, Margaret Qualley y LIsa haciendo “LIve and let Die”, Doja Cat interpretó “Diamonds are forever”, Raye cantó SkyFall (que fue la primera canción de Bond en ganar el Oscar, gracias a Adele y superando a Paul McCartney y Shirley Bassey). Digamos que, al momento, es lo mejor que dio esta fiesta. Algo de música, de cine mitológico, de gracia y de belleza.

ACTUALIZACIÓN: Una hora y media de Oscar(s) sin alusiones a Donald Trump o Elon Musk.

Por fin alguien dijo algo. Daryl Hannah saludó a Ucrania cuando presentó el Oscar al Mejor montaje. Que fue para Anora, es decir, para Sean Baker. Dos de dos. Puede hacer historia. 

Llegó el premio a la Mejor actriz de reparto. La favorita: Zoe Saldaña por Emilia Pérez. Que ganó todos los premios a la fecha, incluyendo Bafta, Globo de Oro, etcétera. Y se lo llevó ella, por supuesto, por Emilia Pérez, el premio absolutamente seguro para esa película. No olviden: está en pantalla más tiempo que Karla Sofía Gascón, que va a perder. Es una manera de compensar, aunque era el número puesto. Mencionó al cast, pero sólo por su nombre a Jacques Audiard. Saldaña sí habló de ser hija de inmigrantes en los Estados Unidos. Muy emocional, terminó con un porteñísimo “Muchas gracias”.

Fue muy gracioso lo que hizo Ben Stiller en la presentación del Oscar de diseño de producción con un ascensor en mal funcionamiento. El premio fue para Wicked y la manera en la que agotó la posibilidad de meter colores en una pantalla. En esta categoría es extraño que hayan quedado afuera Duna 2 o El Brutalista, pero no se puede negar que Wicked tiene muchísimo para ver (literalmente, no hablamos de la película como tal.

Acto seguido, todos de pie porque llegó Mick Jagger a presentar un Oscar, el de mejor canción. Dijo algo genial: que en realidad las mejores canciones estaban en Un completo desconocido, algo absolutamente cierto. Después de ser simpatiquísimo y más joven a los 80 que el 99% de la audiencia adocenada, después de clips donde los compositores hablaron sobre sus canciones (no hubo, este año, el popourrí acostumbrado de musicales cuasi buenos o muy malos) el premio fue para “El Mal”, de Emilia Pérez (el otro que podía ganar seguro). Nota bene: quedó otra vez relegada la multinominadísima Diane Warren. Apostilla: sólo el compositor de la canción mencionó a Karla Sofía Gascón.

Muy interesante, de paso, que los cortes y las presentaciones incluyeran canciones de Quincy Jones, desde “Just once" a “Soul Bossa Nova” pasando por “Ai no corrida”. Si gusta de la música de esta edición, sepa que es de la época en la que todavía había grandes compositores.

Mejor corto documental: The only girl in the orchestra; crowd pleaser. El Mejor largo documental, de todos modos, fue para No other land, ecuánime (demasiado “ecuánime”) película sobre la colaboración palestino-israelí. El otro momento político, donde se abogó por parar la destucción de Gaza y la liberación de los rehenes del 7/10.

Vino el homenaje a los bomberos de Los Angeles. Que leyeron los chistes que tenía preparados Conan O'Brien. Por lo menos fueron originales y graciosos, y aplaudidos de pie. El premio siguiente, resentado por Miles Teller and una rarísima Miley Cyrus, fue el de mejor sonido, que fue para Duna: Parte 2, aún sin premios a esta altura de la noche. Y luego llegaron los de mejores efectos especiales, que también fue para la película de Dennis Villeneuve, la típica “está buena, pero es de fantasía no alegórica, así que démosle la cosa técnica y chau”. Se lo merecía Better Man (de las mejores películas del año, nominada para perder).

El mejor corto de ficción fue I'm not a robot (esos premios que sólo se recuerdan cuando los directores hacen un largo famoso). Inmediatamente después, Morgan Freeman homenajeó a Gene Hackman, mucho más enorme que los premios Oscar. Fue seguido por el desgarrador In Memoriam. Ver cuánto del cine desapareció en 2024 es desolador.

El premio siguiente fue el de fotografía, que es mucho más que la imagen e incluye cómo se usan las cámaras. Fue el primer premio para El Brutalista, otra película que fue favorita a llevarse los premios mayores. Y Brasil se llevó el premio a Película Internacional por la favorita Aún estoy aquí. A paertir de aquí, quedan los premios grandes, comenzando por el de Mejor Música, que fue para El Brutalista.

Whoopi Goldberg y Oprah Winfrey, que saltaron a la fama juntas en El Color Púrpura, cuya banda de sonido realizó el gran productor, compositor y músico. Que  presentaron a Queen Latifah haciendo cacnciones de The Whiz. Que fue la versión afroamericana y pop (con Daiana Ross y Michael Jackson como protagonistas) de El Mago de Oz, el “tema” desde el inicio de este show. Quizás para festejar el éxito comercial de Wicked, un poco como sucedió el año pasado con Barbie: filmes que deben nominarse pero que, bueno, quizás no sean tan “serios” como  para llevarse el premio (en el caso de Wicked, menos mal).

Recta final: primero, Mejor actor, presentado por el ganador de 2024, Cillian Murphy. La competencia aquí era impredecible porque tanto Adrien Brody, Ralph Fiennes y Timothée Chalamet habían hanado premios por sus trabajos. Sin embargo, fue para Brody, que ganó las dos veces que estuvo nominado en la categoría. Esta vez por El Brutalista; la vez anterior, por El Pianista. En ambos casos, un artista que se salva del Holocausto. oes que tenga nada de malo, por cierto. Pero lo que hizo Chalamet con Bob Dylan y lo que logró Sebastián Stan con su retrato de Donald Trump (hasta este punto, nadie mencionó en la ceremonia a Donald Trump, rarísimo). Es mucho mejor que el trabajo de Brody. Ah, sí, fue el discurso larguísimo que uno esperaba.

Quentin Tarantino presentó el scar al Mejor Director. Que fue directo y sin escalas a Sean Baker, tercera nominación para el hombre, tercer rubro en el que gana absolutamente. Anora se lo merece por mucho: quizás, además la Palma de Oro de Cannes más justa de la última década. Y dijo quizás lo más importante: que hay que luchar por hacer cine para los cines, que los padres tienen que llevar a los chicos al cine, a vivir esa experiencia. Quizás lo más justo y simple y necesario que podía decirse en la Mayor Fiesta de Hollywood.

Llegó el premio a la Mejor Actriz, ese que debía ganar Karla Sofía Gascón como la primera mujer trans capaz de tener la estatuilla. Pero ya saben: alguien descubrió que alguna vez dijo cosas feas en Twitter (cuando se llamaba Twitter). Y listo. Lo ganó la enormísima sorpresa del año: MIkey Madison, la protagonista de Anora (alguna vez una de las asesinas del clan Manson en Había una vez en Hollywood). 

Lo que nos lleva entonces a la Mejor Película. Que, dadas las circunstancias, no podía ser otra que Anora. La película independiente, chiquita, valiente, del realizador más original nominado. Sean Baker ganó los cuatro premios a los que estaba personalmente nominado y la película se llevó cinco con el de Mikey Madison. Lo dijeron: costó cuatro millones de dólares, la hicieron cuarenta personas filmada en locación, sin escenografías. Cine, como se dice ahora. Justísimo.

Todos los ganadores por categoría

Mejor actor de reparto: Kieran Culkin, Un dolor real

Mejor largo animado: Flow

Mejor corto animado: In the shadow of cypress

Mejor Vestuario: Wicked

Mejor Guión Original: Anora

Mejor Guión Adaptado: Cónclave

Mejor Maquillaje: La sustancia

Mejor Actriz de Reparto: Zoe Saldaña, Emilia Pérez

Mejor Diseño de Producción: Wicked

Mejor Canción: “El Mal” (Emilia Pérez)

Mejor Corto Documental: The only girl in the orchestra

Mejor Largo Documental: No other land

Mejor Sonido: Duna:Parte 2

Mejores Efectos Especiales: Duna: Parte 2

Mejor corto de ficción: I'm not a robot

Mejor montaje: Anora

Mejor fotografía: El Brutalista

Mejor Actor: Adrien Brody, El Brutalista

Mejor Director: Sean Baker, Anora

Mejor Actriz: Mikey Madison, Anora

Mejor Película: Anora

 

 

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