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El otro lado de la guerra para conocer en Qubit.TV

El cine bélico es mucho más que batallas a todo o nada, acción sin pausa y explosiones: el bueno nos narra la verdadera tragedia que ocurre detrás de las acciones. Aquí, de la grilla de Qubit.TV, cuatro grandes ejemplos de cómo retratar el mayor drama humano.

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Arenas de Iwo-Jima

Contra el lugar común, las películas "de guerra" suelen ser más bien antibélicas, incluso cuando el casus belli es justo. Un ejemplo es Arenas de Iwo-Jima, de Raoul Walsh, donde un sargento duro (John Wayne) muestra su costado más humano. Walsh se las arregla para contar las miserias que rodean la guerra (la visita de Wayne a la casa de una prostituta con un bebé, de las secuencias más tristes que dio el cine) y que esta clase de aventura sólo tiene como fin la muerte. Nada de glorificación de la "gesta patriótica", nada de resquemores para contar la verdad. Un ejemplo de cómo aventura y entretenimiento no son antónimos del gran drama.

La infancia de Iván

Este primer largo de Andrei Tarkovski muestra cómo un niño se transforma en espía ruso contra los nazis luego de perder a toda su familia por las atrocidades alemanas. En ningún momento Tarkovski deja que el sentimiento triunfalista penetre en algún lado de este filme especialmente pesimista, y ya con el uso creativo de los movimientos de cámara y del montaje que serían marca de fábrica del realizador. El paisaje ominoso, frío, es parte integral de la puesta en escena, que cuenta con absoluta precisión y elegancia (en este caso son lo mismo) la tragedia que implica toda guerra y cómo desata la crueldad humana.

Dos Mujeres

Sofía Loren y Jean-Paul Belmondo protagonizan este drama de Vittorio De Sica que le valió a la actriz un Oscar. No es para menos: es una madre tratando de cuidar de su hija mientras los Aliados entran en Italia y mientras sucede toda clase de atrocidades. La película muestra cómo las personas comunes (los personajes de Raf Vallone y del propio Belmondo) terminan víctimas o instrumentos de la máquina de guerra. El centro de la película es absolutamente trágico y muestra, como pocos filmes, la inmoralidad de una contienda.

El gran escape

Aunque es una película de gran entretenimiento, con momentos de aventura, acción y comedia, nunca deja de mostrar que la guerra no es precisamente un lecho de rosas, y que las acciones, incluso las más justas, suelen terminar en la muerte. El elenco monumental (Steve McQueen, Richard Attenborough, James Garner, James Coburn, Charles Bronson y siguen las firmas) está al servicio de una trama que es al mismo tiempo película de guerra y joya del suspenso. El punto justo en el que se cruzan la alegría del cine con la tragedia bélica.

 

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