Humo: un policial hipnótico e impredecible como el fuego
El novelista Dennis Lehane y el actor Taron Egerton, dupla detrás del éxito de "Black Bird", vuelven a unirse para esta serie basada en un podcast true crime.
"De todos los elementos, el fuego es el único que conserva su aura de misterio", escribe Dave Gudsen (Taron Egerton), ex bombero devenido investigador de incendios y aspirante a novelista en sus ratos libres. Es uno de los protagonistas de Humo, la serie policial que se estrenó hace unos días en Apple TV+ que toma como eje de fascinación y desastre al fuego.
La tira marca una nueva colaboración entre el actor (que encarnó a Elton John en Rocketman) y el talentoso escritor de novela negra Dennis Lehane, responsable de libros que dieron famosas películas como Río místico y Desapareció una noche, además de haber sido uno de los guionistas de The Wire. La historia está basada en el podcast de crímenes reales llamado "Firebug" (quienes prefieran evitar spoilers no lo googleen)
Varios incendios intencionales son la pesadilla de los habitantes de una ciudad del noroeste de Estados Unidos (la ficticia Umberland, una especie de Seattle) y desvelan a las autoridades. Dave debe investigarlos junto a su nueva compañera, una detective de policía recién llegada, Michelle Calderon (Jurnee Smollett). Los pirómanos, según deducen, son dos y actúan por separado: uno de ellos tiene predilección por quemar los anaqueles de papas fritas en los supermercados; el otro, elige otra zona poco después con el criterio de "dividir y reinar". Sobrevuelan como temas la explotación laboral, la alienación y las desigualdades sociales.
La serie tiene una atmósfera hipnótica ya desde el comienzo, a pesar de algunos saltos, grumos en la mezcla, que se van integrando. Entre ellos, la sonrisa insistente de Dave. La producción tiene detalles que le dan originalidad y carácter: su obsesión lisérgica por el fuego, el personaje de uno de sus sospechosos interpretado de manera brillante por Ntare Guma Mbaho Mwine, la información puesta de manera generosa a disposición del espectador, una narración algo fragmantada y dispersa y hasta la música de Tom Yorke que acompaña los títulos.
Al final del segundo de los dos episodios que ya están disponibles hay un giro clave que reencarrila la historia y da una pincelada más de peculiaridad a la propuesta. Por eso, si algún espectador está escéptico, quizás deba esperar hasta esa instancia para decidir entre seguir con el play.
Los dos personajes centrales tienen sus propios traumas ignífugos, además de historias románticas complicadas (especialmente Calderon). La danza del fuego es una cuestión personal para ellos. Esas subtramas se encienden y crecen por momentos. Entre los personajes secundarios que integran el elenco está Greg Kinnear, otro de los roles que van ganando fuerza.
Los dos pirómanos -que acá no revelaremos pero que la serie desenmascara bastante pronto- tienen papeles muy complejos que engendran ricos desafíos actorales para los cuales demuestran estar a la altura.
Entre los datos técnicos sobre incendios, que resultan tan interesantes como ultraperturbadores, y los giros de la trama policial, Humo se presenta como una opción con la chispa necesaria para no pasar desapercibida entre la abundante oferta del streaming.