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La eterna Marilyn Monroe en la grilla de Qubit.TV

Menospreciada como actriz aunque alabada como ícono, Marilyn fue una de las grandes figuras de Hollywood y marcó una época. Aquí, para entender por qué fue más que una cara bonita, algunas de sus películas, todas imperdibles. Videos.

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Como Bogart, como Chaplin, el destino de Marilyn Monroe ha sido convertirse en poster. Pero eso no es malo, al contrario: implica que trascendió su vida -y su muerte- para convertirse en un mito y, por lo tanto, un icono. Siempre universal, porque el cine es el primer arte inmediatamente global. Ergo, sus estrellas, sus figuras mitológicas adquieren un aura que va más allá de lo que hicieron o dejaron de hacer. En el caso de Marilyn, la belleza física, un ideal que representaba, fue el encargado de transformarla en mito. Pero detrás de ese mito, o más bien como construcción, hubo una actriz y comediante notable, que combinaba un carisma gigantesco con la capacidad para la actuación. Marilyn -algo que muchos le negaron y siguen negando- era una intérprete inteligente además de una belleza inigualable.

Hoy es difícil encontrar en plataformas muchas de sus películas más notables, básicamente porque la mayoría de estos negocios considera que el cine clásico es descartable. Pero al menos tenemos Qubit.TV, donde hay un muestrario más que representativo de lo que era capaz de hacer Norma Jean Baker cuando se convertia en Marilyn Monroe. Hay un poco de todo y también un par (más que un par...) de obras maestras.

Comencemos por el principio. De este filme hemos hablado alguna vez, es quizás de los más grandes que dio el cine: La Malvada. Historia de celos y sustituciones en el campo del teatro, Marilyn es la estrellita linda a la que un crítico intenta "colar" en alguna producción teatral, ser su Pygmalión. Marilyn tiene pocas escenas pero en todas ellas trasluce a la chica que se esfuerza por ser lo que no es, a la joven ya cansada del manoseo (literal y simbólico) para conseguir lo que quizás no tenga talento para tener. Lo que hace con gestos mínimos es impresionante.

Tempestad de pasiones es un melodrama absoluto basado en una obra teatral de Clifford Odetts y que tiene como protagonistas a dos de los mejores actores que dio Hollywood, Barbra Stanwyck y Robert Ryan. Marilyn es la novia de otro de los protagonistas, y se ve en medio de una historia de celos y traciones amorosas que termina arrastrándola con la fuerza del destino. Contada con nervio y velocidad, es una de las grandes películas de Fritz Lang en los Estados Unidos, su mejor período como cineasta aunque la mayor parte de la gente suele recordar solo su período alemán (el de Mabuse, Metrópolis y M el vampiro). Lang, rigor geométrico y simetrías perfectas, hace de este espejo de parejas traicionadas una aventura por los lugares más oscuros del alma.

Billy Wilder descubrió que Marilyn era una perfecta comediante e hizo con ella dos películas que están muy arriba en la filmografía tanto del director como de la actriz. Primero, La comezón del séptimo año, donde un ejecutivo (el gran comediante Tom Ewell) se queda solo por vacaciones de mujer y niño y al que se le muda, en el piso superior, la ultra bomba de Marilyn. Para la posteridad, ha dejado la imagen de la pollera sobre la rejilla del subterráneo, pero en realidad la película es una enorme y amarga ironía sobre la diferencia entre amor y matrimonio, por ejemplo. Narrada a través de la fantasía del personaja (que suele hablar a cámara o imaginar cosas que no suceden) fue muy moderna y, al mismo tiempo, muy exitosa. Y de las pocas de Marilyn (perfecta ingenua falsa aquí) en color.

Y luego, una que ranquea altísimo entre las mayores comedias de la historia, Una Eva y dos Adanes. Dos músicos de poca monta (Tony Curtis y un supremo Jack Lemmon) son testigos de como una banda de mafiosos asesina a otra en plena Ley Seca. Huyen y encuentran como única alternativa para que no los maten disfrazarse de mujeres e integrar una orquesta de señoritas, cuya estrella es la ingenua y tremenda Sugar Kane, una cantante toda curvas y toda enamoradiza. Logran su cometido y pasan dos cosas: Tony Curtis se enamora de Marilyn y Jack Lemmon (como mujer) es objeto de romance de un millonario. El enredo, que mezcla cuestiones sexuales, de género (ahora sabemos que no es lo mismo), romance, tiros y música es de una precisión absoluta. Posee algunos de los más grandes diálogos de la historia (la secuencia en la que Lemmon cuenta que le ofrecieron matrimonio es literatura a la altura de Shakespeare) y Marilyn logra ser el núcleo de todo lo que sucede. Dicho sea de paso, tiene un de los finales más perfectos y cómicos de toda la historia del cine. Corregimos: EL final más perfecto y cómico de la historia del cine.

Hay más. En la platafoma también puede verse el debut (en varias escenas, sobr todo con Groucho) de Marilyn en la última película de los hermanos Marx, Locos de atar, y en la comedia romántica dirigida y coprotagonizada por Laurence Olivier El príncipe y la corista, donde logra no desentonar con el que se consideraba "el mejor actor del mundo". Y también, claro, la comedia de Howard Hawks, otro genio, Los caballeros las prefieren rubias, donde canta la famosa "Los diamantes son los mejores amigos de una chica". Disfrute a esta bomba de talento.

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