¿Cómo seguir dándole valor al consumo, que explica el 75% del PBI nacional? Ese fue el eje en el encuentro del equipo económico en la Casa Rosada en medio de una nueva jornada de tensiones en la city porteña pero con un ministro de Economía, Marín Guzmán, que aunque estuvo más callado que en otras ocasiones, tuvo un buen martes con la licitación de ese día que le dio un poco de oxígeno, siempre con barbijo, claro en tiempos de Covid-19.

El presidente Alberto Fernández lo repite incansablemente a su gabinete: mejorar el poder adquisitivo, esa es la orden para la segunda parte del año cuando se esperan las PASO el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre. Allí se renovarán, 127 de las 257 bancas en la Cámara de Diputados y en el Senado,  24 de las 72. Una puesta nada despreciable para ningún partido que por estas horas aceleran las negociaciones políticas para completar las listas: los jugadores principales pero también los de relleno. Hay rosca para todos y todas.

En el sector privado ya dan por descontado que las tensiones electorales siempre generan ruido en la economía y en este 2021 en particular por su propia dinámica debido a la pandemia pero, en especial porque la Argentina se juega un partido fuerte en cuanto al crecimiento que para el Gobierno estará en torno al 7%, pero el año pasado se desplomó casi 10%. Se acaba de saber que el PBI se desplomó 0,7% en lo que va de este año.

El porcentaje del Palacio de Hacienda no consigue muchos seguidores dentro de las grandes compañías. En las empresas la situación es muy heterogénea de acuerdo a los sectores; pero el denominador común son las dudas en torno a las inversiones y la generación de empleo.

En ese contexto, por ejemplo la Unión Industrial acaba de difundir que en mayo la actividad industrial creció un 36% pero en la medición respecto de abril se desaceleró un 1,5% debido a las restricciones por el Covid-19. La semana próximo, IDEA para ir precalentando el clima empresarial para el Coloquio 2021, dará a conocer las expectativas privadas para los próximos seis meses. 

Otra encuesta de la Fundación Observatorio Pyme destacó que "el 72% de las MiPyME se ve afectada negativamente" por el DNU que prohíbe los despidos y la doble indemnización. De acuerdo con ese sondeo en cerca de 1000 empresas de hasta 800 empleados, un 38% admitió que se ve afectada "por la dificultad de reestriturar personal propio" y otro 34% porque le impide tomar nuevos empleados.

Las intervenciones del Gobierno en la economía no caen simpáticas entre las empresas, aún con Covid-19. Y, sin dudas, lo que más tensiones genera es el valor del dólar hoy porque repercute en todos los valores de la economía y en todas sus escalas.Y allí también aunque el BCRA, que conduce Miguel Pesce, salió a jugar muy fuerte, hubo refuerzo del cepo.

El ex presidente del Banco Central, Martín Redrado,  y titular de la Fundación Capital (alguien muy escuchado entre los CEOs nacionales y de las multinacionales) advirtió que “la suba del dólar refleja la falta de previsibilidad del sistema económico” y explicó que las última medidas tomadas por el Gobierno “lo que hicieron fue restringir más el mercado cambiario”. Y agregó: "El dólar no está desalineado, pero nadie vende. Con 15 valores para una misma mercancía, una economía no puede manejarse”.

Desde la Fundación Mediterránea, volvieron a encender un alerta naranja por la expansión fiscal, un punto de conflicto en las extensísimas renegociaciones con el Fondo Monetario Internacional. La usina cordobesa advirtió que "la expansión fiscal que se anuncia por motivos electorales habrá de acelerar el ritmo de la
devaluación después de noviembre, pero esto habrá de agravar el déficit vinculado a los subsidios (energía con costos dolarizados) y, sobre todo, empujar a más familias debajo de la línea de la pobreza".

También el ex viceministro de Economía, Daniel Marx, hoy director de Quantum advirtió sobre las últimas restricciones que reforzaron el cepo (una medida que lleva a penas una semana de vigencia). "Con las restricciones y las intervenciones del BCRA podrían tener algún efecto en el corto plazo para evitar saltos en sus cotizaciones", aunque enfatizó que "lograr fluidez y eficiencia en el mediano y largo plazo requerirá estabilizar y normalizar la economía, incluyendo el funcionamiento del mercado de cambios".

De algún modo, estos ruidos que se ven en el mercado le ponen más combustión a las tensiones internas en la coalición de Gobierno. La cuerda pareciera tensarse más en un doble sentido: por un lado con un amplio espectro del empresariado que prefiere muchas menos intervenciones y, por otro, dentro del Gobierno de Alberto Fernández entre quienes quieren más gasto y quienes pretenden incentivar el consumo sin caminar por la cornisa.