La deuda externa bruta ascendió a los USD276.201 millones entre abril y junio, precisó este jueves el Indec. De esta forma, la variación entre el primer trimestre y el segundo fue de USD227 millones, lo que colaboró en una suba interanual de USD1.464 millones en valor nominal. De esta, fueron responsables tanto el sector público, principalmente gracias a desembolsos de organismos internacionales de crédito, como el sector privado, mayormente con créditos comerciales.

Tomada a valor de mercado, la deuda externa bruta fue algo menor: USD 229.237 millones al 30 de junio, con un aumento trimestral de USD2.827, explicado en menor medida por nuevos créditos y mayormente por la mejora en la valuación bursátil de obligaciones negociables, acciones, bonos y otros títulos de deuda argentinos.

De acuerdo al informe de Balanza de Pagos del Indec, el incremento trimestral en valores nominales obedeció en un 68%, es decir, USD155.116 millones al endeudamiento del Gobierno: USD66.417 millones en títulos, y los restantes USD77.469 millones en préstamos. En tanto, otros USD27.672 millones le correspondieron al Banco Central, con USD6.750 en Derechos Especiales de Giro, la moneda del FMI, y unos USD20.922 millones en préstamos de otros organismos multilaterales.

Así, la Balanza de Pagos arrojó un déficit de Cuenta Corriente de USD 6.351 millones al cierre del segundo trimestre, lo que marcó un fuerte deterioro respecto del primer trimestre, al sextuplicar el negativo de USD1.067 millones de igual período de 2022. Este empeoramiento obedeció en primer lugar a la sequía y a la fuerte contracción de las exportaciones del complejo sojero, el primer proveedor de divisas del país, aunque se vio parcialmente compensada por la mejora en el sector energético y el superávit de USD35 millones de la cuenta capital.

Por su parte, la cuenta financiera, en lugar de cubrir las necesidades de financiamiento que arrojó la cuenta corriente, también fue deficitaria por otros USD7.602 millones en el trimestre, superando el rojo de USD 7.550 millones de todo 2022. En la comparación con igual período del año pasado se observa que los argentinos siguieron formando activos externos. Entre abril y junio, fueron USD686 millones de inversiones directas en el extranjero, USD 175 millones más que en el segundo trimestre de 2022. A estos se sumaron USD280 millones de inversiones en cartera, notoriamente menos que los  USD790millones de igual período un año atrás. En parte, estas cifras fueron contrarrestadas con inversión extranjera directa por USD4.821 millones, USD59 millones más que un año atrás y con USD127 millones de inversiones en cartera, una reversión del flujo negativo por USD978 del segundo trimestre de 2022. Así y todo, el grueso de la cuenta financiera fue cubierta por la pérdida de reservas internacionales por USD10.058 millones.

Por ende, al 30 de junio de 2023, la economía argentina quedó con una posición de inversión internacional neta a valor de mercado acreedora de USD92.928 millones, esto es USD10.815 millones menor respecto del trimestre anterior.