TERCER TRIMESTRE

Deterioro en la distribución del ingreso: la mitad de la población vivió con menos de $91 mil al mes

De acuerdo al Indec, el 50% de las personas que perciben algún ingreso no superó los $145 mil al mes para cubrir los gastos familiares. Se agrava la brecha de género

Marcisoca

El Indec dio a conocer este viernes los datos de distribución del ingreso correspondientes al promedio del tercer trimestre y reveló que, entre junio y agosto, la mitad de la población urbana vivió con menos de $91.000 per cápita al mes y el 10% más pobre lo hizo con menos de $ 31.917. De esta forma, el decil más pobre se apropió de 1,7% del ingreso total y el decil más rico, del 31,7%, detalló el Indec. En consecuencia, la brecha entre los ingresos de los más y los menos pudientes se fue a 18,6 veces, cuando un año atrás era de 16,5 veces.

Este resultado de la distribución per cápita del ingreso obedece al reparto al interior de los hogares de la totalidad de los ingresos monetarios familiares, ya sean laborales o de otra índole como la venta de pertenencias, jubilaciones, pensiones, becas u otras. Si se pone la lupa solo sobre la población que percibe ingresos propios y se excluye a los que no tienen ingresos  (como la mayoría de los niños), los números cambian: el 50% de la población percibió a lo sumo $145.000 por mes en promedio.

De hecho, al medir la distribución del ingreso sobre los hogares y ya no sobre las personas, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) recabó que a lo largo del trimestre, el ingreso promedio fue para la mitad de las familias de a lo sumo $282.000. En tanto, aquellos hogares con ingresos inferiores a los $100.000 mensuales se configuraron como el decil más pobre y los que superaron los $700.000 fueron en diez por ciento más rico. Así, los hogares más pobres percibieron el 2% del ingreso y los más ricos, el 29,4%, es decir 14,7 veces la percepción de los menos favorecidos, cuando un año atrás esta brecha era del 13,5 veces, dato que ratifica el deterioro en la distribución del ingreso.

Por caso, si solo se pone el foco en los asalariados, el Indec detalló que “el ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $235.072 (+124,3% interanual), mientras que en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio equivale a $111.972 (+143,5% interanual)”. Así, la mitad de los trabajadores asalariados ganaron a lo sumo $162.000 mensuales en el promedio del tercer trimestre.

Frente a una canasta básica total (CBT) que, por ejemplo, en julio ubicaba la línea de pobreza en $80.570,23 para un varón adulto y $284.686,95 para una familia compuesta por un matrimonio con dos hijos en edad escolar, la distribución del ingreso publicada por el Indec sugiere un aumento en la cantidad de hogares bajo la línea de pobreza, dato que el Indec recién confirmará a fines de marzo del año próximo. Como adelantó este medio, las bases de datos de las estadísticas porteñas sugerían que, por el salto inflacionario, en el segundo trimestre la pobreza en la Ciudad de Buenos Aires ya se había elevado y sería más alta en el tercero, lo que corroboró con el alza al 25,9% de las personas.

La pobreza tiene cara de mujer

La EPH reveló que en el trimestre, entre los varones con alguna forma de ingreso, este fue en “promedio de $223.140, mientras que el de las mujeres fue de $164.192”. Si se tiene en cuenta que el promedio del conjunto de la población con percepción de ingresos fue de $193.281, se configura que los ingresos de las mujeres en promedio quedaron lejos debajo de la media. “Analizado según escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) equivale a $66.616; el del estrato medio (deciles 5 a 8), a $182.061 y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $469.121”, detalló. Esto deja a los estratos más altos con una sobrerrepresentación masculina y, a la inversa, a los más pobres con una sobrerrepresentación femenina.

En efecto, independientemente de los ingresos, al mirar dentro del 10% más pobre de la población urbana, la  EPH recogió que el 63% eran mujeres frente y 37% varones, exactamente a la inversa de lo que se observó en el decil más alto, donde el 63% eran varones y solo el 37% mujeres.

Estos datos muestran también un deterioro en la brecha de género ya que, en el tercer trimestre de este año los varones consiguieron ingresos 35,9% mayores que los de las féminas, cuando un año atrás esta relación era del 32,5%.

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