Con la misión del Fondo Monetario Internacional en Buenos Aires, el bloque de senadores del Frente de Todos salió en defensa de la política oficial y rechazó que se impongan condicionalidades para el pago de un préstamo que fue tomado durante el Gobierno de Mauricio Macri y sobre el que existen sospechas sobre la actuación del FMI, entonces presidido por Christine Lagarde.

En ese sentido, el bloque de legisladores del oficialismo pidió que el FMI postergue hasta el 2025 el inicio de los pagos de deuda, que dé un plazo "de amortización de varias décadas y que se abstenga de exigir o condicionar" las políticas económicas de Argentina.

Los senadores del oficialismo siguieron la línea que había empezado a marcar en las últimas 48 horas el presidente Alberto Fernández cuando dijo que "cuando el programa lo hace el FMI, la Argentina sufre" y el titular de la cámara de Diputados, Sergio Massa, quien el jueves remarcó que el organismo no podía pedirle al Gobierno actual lo que no le había exigido a Macri.

 

Qué dice la carta de los senadores contra el FMI

En la carta dirigida a la aactual directora del organismo hay una rosario de fuertes crítias al rol de su antecesora, Christine Lagarde; al "board" que no cumplió con los estándares que establece la propio organización y a la influencia que tuvo el presidente Donald Trump para que le otorgaran el préstamos Stand-by a Macri con el objetivo de apoyar su reelección, algo que no sucedió.

El tenor político-electoral y la falta de resguardos a las condiciones que establece el propio Fondo Monetario internarcional sobre los ejes en los que se apoya el crudo diagnóstico de los senadores, encabezados por el titular de la bancada José Mayans, y que remarca el fracaso de la decisión de la ex conducción del FMI y de la Argentina.

Los legisladores plantean en primer término que se debe analizar bajo qué análisis se prestaron los fondos porque de allí "se deriva la responsabilidad de cada parte, el Gobierno de Argentina y las autoridades del FMI- y que cada uno asuma la responsabilidad que le corresponde de cara a la negociación que se inicia y que sea "de buena fe". 

 

Esta semana, la misión del FMI continúa en Buenos Aires, en una visita que se extiende luego de que se conociera que uno de los miembros de la comitiva dio coronavirus positivo.

"Las autoridades han cambiado y así como el presidente Alberto Fernández se ha hecho cargo de una realidad económica difícil es de esperar que el FMI adopte una actitud equivalente", sostienen los legisladores. "Hacerse cargo de la responsabilidad proporcional que cada parte tiene permitirá negociar el próximo programa en igualdad de concidiones".

En la carta a Georgieva, hacen pie den dos aspectos centrales: 

• El artículo VI del Estatuto del FMI que impide utilizar los recursos "para hacer frente a una salida considerable o continua de capital" ya que gran parte del dinero prestado se utilizó para la formación de capitales externos, es decir, para sacar dólares del sistema.
• La declaración de Mauricio Claver-Carone acerca de que el presidente Trump "pidió que el FMI otorgue el préstamo para que Mauricio Macri ganara las elecciones, ya que lo consideraba un aliado estratégico". Claver-Carone fue asesor de Trump y ahora preside el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

 

 

 

                           

 

Con todos los antedentes del direccionamieno político del crédito y la salida de capitales que provocó, los senadores reclamaron que se limiten las condicionalidades a la Argentina y que el FMI: se abstenga de "exigir o condicionar las políticas económicas" del país por lo que proponen:

• Reconsiderar los intereses
• Un período de espera para comenzar los pagos anuales a partir de 2025
• Un plazo de amortización de varias décadas