El Banco de Desarrollo de América Latina – ex Corporación Andina de Fomento- (CAF) anunció durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que movilizará recursos financieros para promover la seguridad hídrica y el control de las inundaciones y las sequías, garantizar el acceso seguro y equitativo al agua y el saneamiento, y asegurar la reducción de la contaminación de ese recurso y los residuos sólidos urbanos. 

Se trata de una línea crediticia de 4.000 millones de dólares para proyectos e iniciativas de América Latina y el Caribe tendientes a optimizar el manejo de los recursos hídricos y promuevan una gestión integrada del recurso hídrico y una mejora en la gobernanza del agua a nivel regional, hasta 2026.

El destino de este financiamiento, aseguraron desde el organismo a BAE Negocios, todavía no está definido. Se asignará conforme cada país presente las iniciativas para mejorar su gestión hídrica.

Para la Argentina es una oportunidad para sumar fondeo en dólares con los que engrosar las magras reservas internacionales netas en un contexto en el que el país no cuenta con acceso al crédito internacional privado y, debido a la sequía más importante de los últimos cincuenta años, perderá exportaciones por al menos 20.000 millones de dólares a lo largo de 2023.

Tan importante es el ingreso de divisas de organismos multilaterales de créditos como el CAF, el BID, el BCIE o el Banco Mundial, que la semana pasada el Banco Central adecuó la normativa para que estos fondos se depositen en cuentas especiales para exportadores de modo tal que, remunerándolas como si fueran depósitos de divisas, estos flujos de dólares puedan ser pesificados y destinados a reforzar las reservas internacionales.

A partir de este trimeste el FMI tampoco sumará financiamiento neto. Por el contrario este año el país deberá devolverle 3.000 millones de dólares.

El diagnóstico del CAF para América Latina y el Caribe es que 161 millones de personas aún viven sin acceso a agua potable segura y 431 millones carecen de acceso a saneamiento. De allí que esta línea de créditos sea prioritaria para cerrar la brecha en el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6, de la Agenda 2030, que busca garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos los habitantes.  

Christian Asinelli en la ONU

Esta línea de crédito apuntala el objetivo de CAF de convertirse en el banco verde de América Latina y el Caribe con un financiamiento por 25.000 millones de dólares en operaciones verdes. Esto es, inversiones que ayuden a incrementar la resiliencia climática, la preservación de la biodiversidad, la restauración de los ecosistemas naturales, y la promoción de la transición energética en la región.

En paralelo, el organismo multilateral presentará su Estrategia de Agua 2023-2026, que establece las líneas de acción para la seguridad hídrica, y prevé continuar la aceleración de iniciativas sostenibles y de calidad a través del Programa de Preparación de Proyectos de Agua CAF-PPSA.

“Para salvaguardar nuestra “casa común” resulta urgente enfocar las políticas públicas de nuestros países en lograr el acceso universal y equitativo al agua potable”, explicó el vicepresidente Corporativo de Programación Estratégica de CAF, Christian Asinelli, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023.

Y subrayó la importancia de “cambiar nuestros modelos de consumo y los patrones que llevamos adelante en la vida diaria para estimular el uso eficiente del recurso hídrico”.