El diciembre de más ventas de reservas desde el 2015
La continuidad del goteo de las reservas es el escenario de la caída del Presupuesto 2022, que según Martín Guzmán, afectó a las negociaciones con el FMI, la clave en la que se basa la posibilidad de estabilización. En el mes, las ventas de divisas totalizaron USD368 millones, número solo superado en 2015 y 2013, previo a devaluaciones. Además, los depósitos en dólares siguen cayendo y están a punto de perforar la barrera de los USD15.000 millones
El BCRA logró hilar una semana completa sin vender dólares para contener la cotización oficial. Sin embargo, el mes se convirtió en el peor diciembre desde 2015, aquel momento histórico en el que Cambiemos se predisponía a abandonar el cepo cambiario: en este caso, las ventas netas para la primera quincena del mes totalizó USD368 millones. Pero, además, otro frente de conflicto no muestra signos de calma y se trata de los depósitos en dólares, que en los últimos 30 días cayeron USD1.000 millones y están a punto de perforar la barrera de los USD15.000 millones. En ese contexto fue que el Gobierno no logró la media sanción del Presupuesto 2022.
Los resultados de la semana en el mercado cambiario fueron positivos para la autoridad monetaria y generaron alivio. Hubo compras de divisas menores, por USD16 millones en cinco días, pero al menos no se registraron ventas. Sin embargo, el panorama de diciembre no es tan halagüeño: las ventas por USD368 millones en las primeras 12 jornadas del mes (hasta el 17 de diciembre) solo fueron superadas por las de 2015, entre el 1 de diciembre y el 16 de diciembre de aquel año, cuando finalmente se levantó el cepo.
En aquel entonces las ventas previas a la esperada devaluación totalizaron nada menos que USD1.702 millones. Y se cortaron en ese punto. El otro diciembre que superó a la primera quincena del actual fue el del 2013, previo a la devaluación de enero del 2014. En las primeras 12 jornadas del mes se vendieron USD620 millones. A pesar de que en aquel entonces también hubo alguna semana de calma, luego se aceleró la especulación del mercado y el BCRA terminó vendiendo USD924 millones, aunque en enero la cuestión empeoró, se vendieron USD1753 millones y sobre el cierre del mes se convalidó la devaluación.
Si algo puede arrogarse hasta acá el Gobierno, y en especial el BCRA, es que la devaluación logró evitarse, incluso en el marco de la corrida del segundo semestre del 2020, en plena pandemia. Las actuales presiones ocurren con unas reservas netas entre USD3.900 millones, si no se toman en cuenta los DEG, y USD5.900 millones, si se toma en cuenta la moneda que emite el FMI. Hacia adentro de ese número, las divisas líquidas alcanzan los USD244 millones, aunque hay oro por USD3.600 millones
Las reservas totales, además, vienen sufriendo el drenaje de los depósitos en dólares, que caen desde mediados de octubre y aceleraron el goteo con las fake news de fines de noviembre, que mezclaron falazmente la obligatoriedad de que los bancos tuvieran una posición en dólares neutra con la posibilidad de un corralito.
A mediados de octubre los depósitos en dólares totalizaban USD16.327 millones. Para el 26 de noviembre cayeron a USD15.759 millones. Al 1 de diciembre habían bajado a USD15.302 millones. Desde entonces se suponía que la compra de los USD200 mensuales aceptada por el cepo vigente podía contrarrestar la dinámica pero eso no se verificó y siguieron en negativo diario. El último dato publicado, correspondiente al 14 de diciembre, mostró una baja de USD114 millones en un solo día, lo que llevó a los depósitos hasta los USD15.048 millones.
En cambio, en referencia a las reservas totales, lo que aflojó fue la intervención del BCRA en los mercados paralelos, intentando detener la brecha cambiaria. Por eso, a lo largo de la semana, solo cayeron en USD54 millones y se quedaron en USD41.117 millones, unos USD1.730 millones por encima del nivel en que terminó el 2020. Esa mejora, sin embargo, huele a poco, teniendo en cuenta el superávit comercial que se calcula en USD14.500 millones, según el promedio de las respuestas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el BCRA.
Ahí metieron la cola las expectativas, que dispararon el adelantamiento de pagos de importaciones, el atraso de la liquidación de exportaciones, la cancelación de deuda de los privados y la compra para atesoramiento en el oficial y en los paralelos. En este marco fue que se dio la caída del proyecto del Presupuesto 2022, que fue leída por el ministro de Economía, Martín Guzmán, como un daño a la negociación con el FMI, una clave para aflojar las tensiones cambiarias.