La reciente decisión de Elon Musk de alejarse de la política para enfocarse en Tesla no disipó las dudas en Wall Street. Pese a sus esfuerzos por revertir el mal momento de la compañía, varios analistas consideran que el daño en la imagen de la marca ya sería irreversible.

Durante una llamada de resultados celebrada el martes, Musk anunció que su "asignación de tiempo" al polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental "bajará significativamente" a partir de mayo. Esta determinación llegó luego de que Tesla atravesara el peor primer trimestre de su historia, con una caída del 71% en las ventas respecto del mismo período del año anterior.

Dan Ives, de Wedbush Securities, conocido por su postura históricamente optimista sobre Tesla, adoptó un tono inusualmente pesimista. En una nota enviada a sus clientes, y citada por CNN, sostuvo que el retorno de Musk "no será suficiente para compensar el daño de marca que causó en los últimos meses". Además, advirtió que "parte del daño quedará manchado para siempre en Europa y en Estados Unidos".

La visión de Gordon Johnson, de GLJ Research, fue aún más categórica. Consultado por CNN, afirmó que el "daño que (Musk) ha causado es 100% irreversible".

La preocupación no se limita a la situación de Tesla. Aunque la automotriz mantiene una participación de mercado del 45% en el segmento de vehículos eléctricos —por debajo del 80% que ostentaba en 2019, según datos de Edmunds—, su declive genera inquietud sobre el impacto que podría tener en toda la industria de los autos eléctricos. Si bien Reuters informó que las ventas globales de vehículos eléctricos crecieron un 29% interanual en marzo, la magnitud de la caída de Tesla introduce un elemento de incertidumbre.

El futuro de Tesla, su reputación y su capacidad para recuperar terreno en un mercado cada vez más competitivo quedan ahora bajo un manto de interrogantes que ni el propio regreso de Elon Musk logra disipar.