Tesla tambalea y el futuro de Elon Musk entra en zona roja

Con ingresos en caída, desplome de ventas y una crisis de imagen vinculada a Trump, Tesla enfrenta su trimestre más crítico y los analistas apuntan directo a Elon Musk

BAE Negocios

El desplome fue rotundo. Tesla informó una caída del 71% en su ganancia neta durante el primer trimestre, en medio de un escenario marcado por la pérdida de competitividad en mercados clave y el creciente rechazo a Elon Musk por su papel en la administración del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, cada vez más criticado.

La automotriz reportó ingresos por 19.300 millones de dólares, lo que representa una disminución del 9% respecto al mismo período del año anterior. La división automotriz sufrió especialmente, con una merma del 20%. Aunque el negocio de energía creció 67%, no logró amortiguar el golpe.

Las entregas globales de vehículos cayeron 13%. La empresa adjudicó parte de la merma a un boicot de consumidores, impulsado por el rol de Musk como "zar del recorte" de Trump. En ese contexto, se registraron protestas y actos de vandalismo en concesionarios y estaciones de carga de Tesla, tanto en Estados Unidos como en Europa.

China, Alemania y Estados Unidos lideraron las bajas. En California, Tesla perdió 12 puntos de participación de mercado en vehículos eléctricos en apenas un año. En China, las entregas bajaron 22%. En Alemania, el desplome alcanzó el 62%.

El Cybertruck, el modelo más reciente, resultó ser un fiasco comercial. Sus ventas cayeron 50% frente al trimestre anterior, según datos de Cox Automotive. En abril, Tesla intentó estimular la demanda lanzando una versión más económica del vehículo, a 69.990 dólares, con prestaciones reducidas como asientos de tela.

 

El mercado sigue sin conocer detalles del vehículo de bajo costo que la compañía prometió para junio. No se presentó ningún prototipo ni se sabe si será un nuevo modelo o una versión básica del Model 3 o del Model Y.

Mientras tanto, los inversores reaccionaron. Las acciones de Tesla perdieron cerca del 50% de su valor desde mediados de diciembre. A pesar de seguir siendo la automotriz más valiosa del mundo por capitalización bursátil, la presión sobre Musk crece día a día.

Wall Street había proyectado que Tesla informaría una leve caída en su beneficio neto desde los 1.100 millones de dólares registrados en el primer trimestre de 2024. El resultado final, sin embargo, fue más grave: la compañía reportó una ganancia ajustada por acción de 27 centavos, frente a los 41 que preveían los analistas.

Las tensiones geopolíticas también inciden. Tesla enfrenta aranceles del 25% en la importación de piezas. Aunque fabrica en California y Texas, depende de insumos provenientes de México y China, lo que podría obligar a subir precios o reducir márgenes.

 

En paralelo, Musk insiste con que el futuro de la empresa pasa por la inteligencia artificial y los vehículos autónomos. Su apuesta: una red global de "Cybercabs" que generen ingresos sin intervención humana. Pero esa visión aún no se materializa. Waymo, de Alphabet, ya ofrece viajes pagos en cuatro ciudades y anunció su expansión a Washington y Tokio.

Tesla prometió alcanzar 20 millones de vehículos vendidos al año antes de que termine la década, el doble que Toyota. En 2023 vendió 1,8 millones. En 2024, la cifra descendió a 1,7. El primer trimestre de 2025 ya dejó una señal: la curva va en descenso.

 

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