Martin Scorsese apuntó contra el gobierno de Italia por una campaña en defensa del cine y las pantallas. Desde inicios de su carrera que el director de cine estadounidense demostró un gran compromiso por la preservación de la industria cinematográfica, y se posicionó en contra de una medida que puede llevar a convertir nueve salas de cine en potenciales centros comerciales.

El director de Buenos Muchachos y Taxi Driver rechazó que una porción de las salas de cine en Roma puedan ser cerradas y transformadas en comercios luego de una compra millonaria que podría afectar al futuro de la oferta cultural en la ciudad europea. 

El hecho se desató el mes pasado luego de que las sociedades de gestión de activos Colliers Global Investors y Wrm Capital ganaran una subasta inmobiliaria de Roma por una quiebra y adquirieran nueve salas de cine por 50 millones de euros, lo que equivale a 52 millones de dólares. Si bien algunos de esos complejos ya estaban cerrados hace años, otros están en funcionamiento.

La noticia logró impactar a la comunidad de cinéfilos y demás integrantes de la industria local y empresarios de la cultura. Pero, en contraposición, la situación cada vez parece volverse más compleja: esta semana trascendió que el Gobierno estaría redactando una nueva ley regional para eliminar las normas que impiden que las salas de cine de Roma se conviertan en otro tipo de negocio que no sea un espacio cultural.

Scorsese publicó una carta abierta en solidaridad con el colectivo Cinema America de Roma, y con inspiraciones en el arquitecto Renzo Piano, afirmó: “Mientras Renzo Piano reflexiona elocuentemente sobre la situación actual de Roma, está claro que el intento de reconvertir en hoteles, centros comerciales y supermercados espacios destinados al posible renacimiento cultural de la Ciudad Eterna es totalmente inaceptable”. 

La carta firmada por Martin Scorsese trascendió en la industria cinematográfica 

Para el cineasta, “semejante transformación representaría una pérdida irrevocable: un profundo sacrilegio no sólo a la rica historia de la ciudad, sino también al legado cultural para las generaciones futuras”. 

“Hacemos un llamamiento a nuestros colegas de todo el mundo, a los directores de festivales y a todos los operadores culturales para que firmen esta carta con el fin de salvar la última oportunidad de redención de una de las ciudades culturales y artísticas más importantes del mundo”, advirtió Scorsese.

Y señaló: “Esta carta también va dirigida personalmente al presidente Sergio Mattarella y a la Primera Ministra Giorgia Meloni para evitar cualquier reconversión de los espacios culturales de Roma. Es nuestro deber transformar estas 'catedrales en el desierto' abandonadas en verdaderos templos de la cultura, lugares capaces de alimentar el alma de las generaciones presentes y futuras”.

La iniciativa de Scorsese logró hacer eco en la comunidad cinematográfica de todo el mundo y llamó la atención de varios realizadores y actores, como Spike Lee, David Cronenberg, Steven Spielberg, George Lucas, Ari Aster, Yorgos Lanthimos, Todd Haynes, Damien Chazelle, Alfonso Cuarón, Willem Dafoe, Isabella Rossellini y Mark Ruffalo.