Wall Street voló: el S&P 500 marcó su mejor racha en 20 años
Wall Street hilvanó su novena jornada de subas y el S&P 500 anotó su mejor racha desde 2004. Buen dato de empleo y posible tregua con China encendieron el optimismo.
En una semana marcada por señales positivas en medio del caos global, Wall Street cerró este viernes con una nueva suba y anotó su novena jornada consecutiva en verde, una marca que no lograba desde 2004. El impulso vino de la mano de un dato alentador sobre el mercado laboral de Estados Unidos y la posibilidad —siempre difusa— de que China y la administración Trump bajen la guardia en la guerra comercial.
El S&P 500 subió un 1,47%, el Dow Jones trepó un 1,38% y el Nasdaq avanzó un 1,51%. En cifras concretas:
El S&P 500 ganó 81,19 puntos y cerró en 5.685,33.
El Nasdaq sumó 261,97 puntos y alcanzó los 17.973,99.
El Dow Jones escaló 555,43 puntos y llegó a 41.308,39.
En la semana, los tres índices dejaron en claro que la Bolsa de Nueva York no está para lamentos: el S&P subió 2,9%, el Nasdaq un 3,4% y el Dow un 3%.
El empleo sorprendió y calmó a los inversoresEl informe de empleo de abril funcionó como el combustible para una plaza financiera que ya venía entusiasmada. La economía estadounidense creó 177.000 puestos no agrícolas, cuando el mercado esperaba solo 138.000. La tasa de desempleo, mientras tanto, se mantuvo en 4,2%.
El dato mostró que, al menos por ahora, el mercado laboral sigue sin despeinarse, pese a las turbulencias comerciales y a la incertidumbre sobre los próximos pasos de la Reserva Federal.
A primera hora del viernes, el Ministerio de Comercio de China soltó una frase que los mercados interpretaron como música: "La puerta está abierta" para conversar con Washington, siempre y cuando Trump levante los aranceles recíprocos.
Es un giro leve, sí, pero suficiente para que los inversores respiren. Hasta ahora, los dardos de un lado y del otro venían generando sacudones. En la primera semana de abril, el S&P 500 cayó 9,1% cuando Trump anunció una nueva ronda de impuestos.
Las empresas, en alerta pero sin frenoA pesar de las amenazas cruzadas, los balances empresariales mostraron solidez. Esa batería de buenos resultados también ayudó a despejar dudas y a consolidar la remontada del mercado. Sin embargo, el escenario sigue siendo frágil: las compañías recortan proyecciones, los consumidores miran con desconfianza los precios inflados por los aranceles y el PBI del primer trimestre cayó un 0,3%.
El golpe vino, en gran parte, por un aluvión de importaciones con fines defensivos: las empresas adelantaron compras para evitar el impacto de nuevos impuestos.
El humor del mercado, rehén de TrumpTodo indica que el mercado seguirá caminando en la cornisa. Las decisiones —y contradicciones— de la Casa Blanca marcan el ritmo. Un giro en la política arancelaria puede disparar un nuevo rally o, por el contrario, desatar otra corrección abrupta.