Boris Johnson impulsa ley de impunidad para crímenes de fuerzas del orden en Irlanda del Norte
El primer ministro británico quiere tender un manto de olvido sobre los sucesos ocurridos en el norte de Gran Bretaña entre las décadas del 60 y 90 del siglo pasado.
El primer ministro británico Boris Johnson anunció su plan para sancionar por ley la inmunidad de los soldados y policías británicos acusados de asesinatos durante el conflicto de Irlanda del Norte.
La iniciativa se conoció el mismo día que una investigación atribuyó al ejército británico la muerte de diez “civiles inocentes” en un barrio católico y republicano de Belfast hace casi medio siglo, según publica el medio español La Vanguardia.
De acuerdo con ese medio, el llevar a juicio a los integrantes de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del Estado por sus excesos durante los llamados troubles, los años de plomo en el Ulster, desde mediados de los sesenta hasta finales de los noventa, es una histórica demanda del Sinn Féin y numerosas organizaciones de defensa de los derechos humanos. En esos años, en su búsqueda de neutralizar el terrorismo del IRA, las fuerzas regulares actuaron coordinados con paramilitares protestantes a los que "subcontrataban" para llevar a cabo operaciones letales.
No obstante, muchas otras muertes fueron responsabilidad exclusiva del Ejército, como las 14 víctimas del Bloody Sunday de Derry en 1972, o las diez de Ballymurphy, un barrio católico del oeste de Belfast el año anterior, entre ellas un sacerdote que intentaba asistir a los heridos y una madre de ocho hijos.
Presiones
La investigación que se extendió por tres años, dictaminó que por lo menos nueve de esas personas murieron por balas disparadas por los soldados y que todas las victimas eran civiles que no constituían amenaza alguna.
Las muertes se produjeron a lo largo de tres días en agosto de 1971 en el transcurso de una serie de redadas de las fuerzas de seguridad en el sector republicano de la capital norirlandesa en las que, además, numerosos sospechosos de pertenecer al IRA fueron detenidos y encarcelados sin juicio.
Todos los intentos de que los responsables de esas y otras acciones paguen por sus crímenes han sido infructuosas. Esta semana fue declarado nulo el juicio a dos soldados acusados del asesinato de un comandante del grupo paramilitar porque el fiscal se negó a aceptar las pruebas en su contra.
Johnson, presionado por el ejército y las asociaciones de veteranos, no quiere que situaciones similares vuelvan a repetirse, y en la presentación de su agenda legislativa anunció planes para conceder inmunidad por esos crímenes del pasado.