Los economistas privados de Brasil esperan que a partir de agosto comiencen los recortes de las tasas de interés por parte del Banco Central, como parte de una mayor relajación monetaria.

Así lo evidenció la encuesta Focus de esa entidad, que muestra un cambio de perspectiva de los especialistas a medida que caen las expectativas de inflación y aumentan las proyecciones de crecimiento económico.

Según la estimación promedio de la encuesta semanal FOCUS, se prevé que el Banco Central recorte su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos en agosto, un mes antes de la proyección previa de una rebaja de 50 puntos básicos en septiembre.

El inicio de un ciclo de relajación se produciría en medio de una intensa presión gubernamental para que se reduzcan los costos de endeudamiento. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva volvió a pedir a la autoridad monetaria que reduzca las tasas desde su actual máximo de seis años del 13,75 por ciento.

El presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, indicó la semana pasada, de cara a la decisión de política monetaria del próximo miércoles, que la mejora de las condiciones del mercado estaba allanando el camino para un cambio en la política monetaria.

Los economistas encuestados por la institución prevén ahora que las tasas terminen 2023 en el 12,25%, rebajando sus estimaciones desde el 12,50%, antes de caer al 9,50% a finales de 2024, lo que se compara con el 10% previsto anteriormente.

También han reducido las previsiones de inflación para 2023 y años posteriores, una de las principales preocupaciones del Banco Central, aunque las estimaciones para este año se mantienen por sobre el objetivo oficial del 3,25%, en el 5,12 por ciento.

Se prevé que la inflación sea del 4% en 2024 y del 3,8% en 2025, incumpliendo en ambos casos el objetivo del 3% fijado para esos años, según el sondeo. La proyección para 2026 se rebajó al 3,8%, pero aún no se ha establecido un objetivo oficial para ese año, lo que se prevé que ocurra en las próximas semanas.

Los economistas también han aumentado sus previsiones de crecimiento económico para 2023 tras los datos optimistas del primer trimestre y una actividad económica superior a la esperada en abril.

Ahora prevén que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 2,14% este año, frente al 1,84% de la encuesta de la semana anterior, aumentando sus estimaciones por sexta semana consecutiva.