Elon Musk denuncia fallas en el control aéreo y Starlink podría asumir un contrato de Verizon
El CEO y asesor de Gobierno asegura que el sistema de Verizon para modernizar el control aéreo está cerca del colapso. La FAA prueba terminales de Starlink, pero no confirmó cambios en el contrato
Elon Musk afirmó este jueves que los esfuerzos de Verizon para actualizar el sistema de control de tráfico aéreo de la Administración Federal de Aviación (FAA) están fallando y sugirió que su propia empresa Starlink, una división de SpaceX, debería tomar el control.
"El sistema de comunicaciones de Verizon para el control de tráfico aéreo se está desmoronando rápidamente. La evaluación de la FAA indica que quedan meses de un solo dígito para un fallo catastrófico, lo que pone en grave riesgo la seguridad de los viajeros", publicó Musk en su plataforma X.
Verizon tiene un contrato de 2.400 millones de dólares para modernizar el sistema de comunicaciones de la FAA, conocido como FENS. Rich Young, portavoz de la empresa, declaró que están "trabajando en la construcción del sistema de próxima generación" y que su solución "está lista para ser implementada".
Por su parte, la FAA no confirmó cambios en el contrato con Verizon. En un comunicado, la agencia señaló: "En relación con el programa FENS, no se han tomado decisiones". Sin embargo, la FAA está probando tres terminales Starlink, enviados por SpaceX sin costo para la agencia o los contribuyentes.
Según The Washington Post, la FAA estaría considerando cancelar el contrato con Verizon y adjudicarlo a SpaceX. Musk pareció respaldar esta información al compartir una publicación que mencionaba la posibilidad.
El Post menciona que la posible cancelación del contrato de Verizon para la modernización del sistema de comunicaciones de la FAA y la adjudicación a Starlink, propiedad de Elon Musk, podría representar una prueba significativa de las protecciones contra conflictos de interés en proyectos gubernamentales.
Según John P. Pelissero, director de un centro de ética en la Universidad de Santa Clara, mencionado en la nota, existe la percepción de que "Musk y su empresa están obteniendo una ventaja y un contrato" debido a su cercanía con la administración Trump.
Pelissero planteó la inquietud sobre quién vela por el interés público, dado que Musk participa en la reducción de presupuestos y personal de la FAA, mientras que podría buscar beneficiarse de otro contrato gubernamental.
Además, el proceso para cancelar un contrato federal y adjudicarlo a otra empresa podría resultar complejo, costoso y puede llevar más de un año. Sin embargo, en este caso, no se habría seguido el procedimiento habitual. Varios funcionarios de la FAA se habrían negado a firmar los documentos que autorizan el cambio, lo que sugiere desacuerdos internos sobre la transparencia y legalidad del proceso.
El sistema de control de tráfico aéreo de la FAA ya fue señalado como obsoleto en informes recientes. Un reporte de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de diciembre pasado destacó la "urgente necesidad" de modernizar los sistemas de la agencia.
Las declaraciones de Musk, que fueron retuiteadas con una nota de anticipación sobre la posible cancelación del contrato de Verizon, parecen fortalecer la percepción de que su empresa podría ser la solución a un problema que preocupa a la FAA y a los pasajeros por igual.