Estudio del BCE dice que las altas temperaturas influyen en la inflación
"Los veranos muy calurosos serán cada vez más frecuentes e intensos, por lo que cabe esperar que la inflación se acentúe en el futuro", dice el informe
"Cada vez hay más pruebas de que las temperaturas más altas tienen un impacto negativo en la producción económica, a través de la reducción de la producción agrícola, la disminución de la productividad laboral, el aumento de la demanda energética, los efectos perjudiciales sobre la salud humana y la interrupción de las cadenas de suministro", afirman economistas del Banco Central Europeo (BCE), en un estudio publicado esta semana.
La investigación fue llevada adelante por los economistas Friderike Kuik, Matteo Ciccarelli y Catalina Martínez Hernández, y muestra la importancia que la problemática del impacto del cambio climático en la economía está empezando a tener incluso para los bancos centrales del mundo.
"Nuestras conclusiones tienen implicaciones para la estabilidad de precios y la labor de los bancos centrales: a medida que el cambio climático traiga consigo shocks climáticos más frecuentes e intensos, la volatilidad y la heterogeneidad de la inflación pueden aumentar", dicen los especialistas del BCE.
El estudio se centró en datos de las cuatro principales economías de la eurozona, a saber, Alemania, Francia, Italia y España. Los expertos concluyeron que "los veranos muy calurosos serán cada vez más frecuentes e intensos, por lo que cabe esperar que la inflación se acentúe en el futuro", con lo que marcan la relación directa entre el clima más cálido y precios más altos.
Alimentos frescos
Los economistas del BCE revelan que durante los meses de verano, las altas temperaturas provocan "importantes" aumentos de los alimentos no elaborados, de acuerdo con los datos de las cuatro economías que se estudiaron. Esto se debe a que las elevadas temperaturas hacen que disminuya la productividad de la mano de obra agrícola y esto lastre la cadena de suministro de los alimentos frescos.
Según explican los expertos, "cuando la temperatura media mensual sube 1 °C, la inflación de los alimentos no elaborados aumenta entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales" en los doce meses posteriores. La que menos afectada se ve por estos eventos es la economía alemana, mientras que el efecto es más "persistente" en España, Italia y Francia.
En dos de estos países también se verificó un aumento en los precios de los productos elaborados. Se trata de Francia y España, algo que para los economistas del BCE "puede reflejar un retraso en la transmisión de la suba de los precios de los alimentos básicos a los precios de los alimentos elaborados".
Pero los efectos no terminan en este punto. Y es que a posteriori, el aumento de los alimentos se refleja en el índice de precios al consumo (IPC) o tasa de inflación general. No obstante, los expertos del BCE resaltan que los impactos son "asimétricos y heterogéneos", variando de acuerdo con cada país estudiado.
Servicios
En Italia y España "en verano, la inflación responde sistemáticamente a los shocks térmicos con un aumento en los primeros meses tras la perturbación" y la repercusión "es significativa". En tanto que "la inflación general de la zona del euro puede disminuir a la inversa cuando las perturbaciones térmicas se materializan en otras estaciones del año".
Asimismo, el efecto del clima en los precios no solo se nota en los alimentos. Los veranos abrasadores también repercuten en la inflación de los servicios, aunque el golpe en este sector es menor que en los alimentos.
"El aumento de la inflación de los servicios podría deberse a una variación de los precios de los alimentos (productos básicos), que, a su vez, afecta a los precios de los servicios alimentarios (por ejemplo, restaurantes, cafeterías, cantinas y comida rápida)", aclaran los autores del estudio.
Pero además, el cambio climático vuelve "igualmente vulnerables" a los sectores de servicios recreativos y turístico, claves para varios países, como España. Esto debido a que cuando las altas temperaturas superan un umbral crítico "se producen efectos negativos sobre la oferta de mano de obra y la productividad", afectando de forma directa a esos sectores.