La capital de Haití, Puerto Príncipe, reportó este jueves nuevos enfrentamientos callejeros entre las fuerzas locales y las pandillas, bajo un contexto de acefalía de poder, tras el magnicidio que se perpetró contra el presidente Jovenel Moïse hace poco más de 24 horas.  

Reportes en redes sociales muestran la continuidad del escenario caótico, mientras que en el palacio de gobierno los cruces entre el primer ministro, Ariel Henry, y el funcionario interino Claude Joseph, empiezan a ganar terreno. 

“El Sr. Claude Joseph hizo un buen trabajo hoy y lo agradezco pero yo soy un Primer Ministro cuya orden fue dictada a mi favor en el Moniteu. Un gobierno que ha dimitido es un gobierno que ha dimitido que yo sepa. No es un gobierno de pleno derecho. Si no hubiera necesidad de otro gobierno, creo que el presidente Jovenel Moïse no me hubiera estado buscando ni haciendo las consultas. No debemos creer que el clima se ha convertido de repente en un clima pacífico ”, enfatizó Henry en diálogo con la prensa local. 

El país está bajo toque de queda, con las fronteras cerradas e incomunicado vía aérea, escenario que el flamante ejecutivo también rechazó.

“No creo que estemos en una situación que requiera un estado de sitio. Creo que es un poco apresurado. Este es mi punto de vista ”, agregó.

En tanto, el director general de la Policía, Léon Charles, informó la captura y asesinato "bajo combate" de cuatro sospechosos de haber sido los autores materiales del crímen contra Moïse.

"Tres agentes que habían sido secuestrados por los presuntos autores del magnicidio quedaron en libertad en el operativo policial en Puerto Príncipe", detalló. 

Los presuntos asesinos fueron interceptados por la policía en un tiroteo en el sector de Pelerin, donde se encuentra la residencia del exmandatario "poco antes de las 6 de la tarde", indicó el secretario de Estado de Comunicación, Frantz Exantus, en redes sociales.