FINANZAS GLOBALES

Inversores esperan una baja de tasas, pero se preparan para una mayor volatilidad

El primer trimestre del año fue positivo para las empresas a nivel global, pero las estrategias diversas de los bancos centrales complican las previsiones

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La desinflación mundial, los índices económicos de EE.UU. mejores de lo esperado y el toque de fondo de los PMI en Europa dieron credibilidad a la tesis de que los bancos centrales pueden frenar la inflación sin dañar excesivamente las economías, lo que debería redundar en una eventual baja de las tasas de interés a nivel global.

En esa línea de claro optimismo económico financiero a nivel de la macroeconomía, las perspectivas de crecimiento de los beneficios empresariales parecen haberse estabilizado en general, y se prevé que todas las regiones obtengan beneficios positivos en 2024. Sin embargo, los analistas piden a los inversores de todo el mundo estar preparados para una mayor volatilidad.

En el primer trimestre del corriente año, los mercados de crédito se beneficiaron de un ajuste de los diferenciales y de rentabilidades mayoritariamente positivas. Los inversores se centraron en el impacto positivo para las métricas crediticias de los índices de crecimiento y empleo, incluso cuando los datos de inflación de EE.UU., poco favorables, provocaron un cambio en las expectativas, indica el último análisis de la consultora especializada Janus Henderson Investors.

 

Problemas

"Si la inflación se mantiene alta, los bancos centrales seguirán mostrándose agresivos, disminuirá la posibilidad de una política preventiva y el ciclo crediticio se agravará. Los bancos centrales dependen de los datos, pero esto significa que las previsiones pueden cambiar. Los mercados, por tanto, intentan alinearse con los responsables políticos basándose en datos que ya están retrasados, mientras intentamos pronosticar una política que también tiene efectos muy retardados. Los inversores deben estar preparados para una mayor volatilidad, una mayor dispersión, pero esperemos que unos diferenciales más ajustados", agregó Jim Cielinski, director Global de Renta Fija de Janus Henderson

En estos momentos, la mayoría de las empresas son capaces de hacer frente al pago de su deuda, pero algunas claramente no pueden, razón por la cual los incumplimientos están aumentando. Sin embargo, el deterioro de los índices de crédito es leve y es probable que las tasas de impago alcancen niveles relativamente bajos, con una tasa de impago ligeramente superior en EE.UU.

Los problemas se concentran en los sectores inmobiliario, medios de comunicación y farmacéutico. Los cambios en los hábitos de trabajo, la carga de la deuda y el aumento de los costos de financiación explican los problemas en el sector inmobiliario, mientras que el sector de los medios de comunicación se ha visto afectado por la debilidad de los operadores de cable y el debilitamiento general de la publicidad, aunque el ajetreado año electoral de 2024 podría favorecer la inversión publicitaria.

Oportunidades

Las empresas encontraron inversores receptivos a las nuevas emisiones, dado el apetito por obtener rendimientos atractivos. Tanto las emisiones con grado de inversión como las de alto rendimiento aumentaron notablemente en comparación con el mismo periodo del año pasado, ya que las empresas han tratado de aprovechar las condiciones favorables de financiación.

Existe la posibilidad de que se sigan ajustando los diferenciales, pero la volatilidad de los tipos presenta un riesgo si la desinflación impulsada por la oferta evoluciona hacia una inflación impulsada por la demanda. Hasta ahora, los mercados se centraron en la tendencia positiva del crecimiento, pero las buenas noticias económicas pueden convertirse en malas si la preocupación por la inflación retrasa los recortes de tipos, como parecen indicar las últimas declaraciones del titular de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell.

"Los mercados de capitales estuvieron muy abiertos para que las empresas de buena calidad accedan a la financiación en lo que va de 2024. Vemos esto como una señal positiva de que la demanda está liderando una fuerte oferta. Los inversores quieren poseer crédito corporativo. Una de las novedades recientes es la dispersión entre las distintas economías con respecto a la política monetaria. Los bancos centrales ya no se mueven juntos como antes. Creemos que esta dispersión continuará y será importante para los mercados de crédito y de tipos", explicó Cielinski.

Diferencias

Esta divergencia de criterios entre bancos centrales quedó en evidencia en los últimos días, cuando el Riksbank (el banco central de Suecia) recortó los tipos de interés de referencia en su economía, del 4% al 3,75%, por primera vez en ocho años, actuando antes que el Banco Central Europeo (BCE) en un intento por ofrecer un respiro a las familias y empresas del país nórdico que están siendo golpeadas por la recesión.

En tanto, el Schweizerische Nationalbank (Banco Nacional Suizo ó BNS) ejecutó un primer recorte del 'precio' oficial del dinero en marzo, del 1,75% al 1,5%, tras una escalda que arrancó en junio de 2022 desde el -0,75%.

Por su parte el Banco de Inglaterra quedó en otra vereda, luego de que su Consejo de Gobierno decidiera mantener los tipos de interés oficiales en el 5,25%. La institución que emite la libra británica se resiste a bajar el precio del dinero tras llevarlo a máximos de 2008 desde el 0,10% en el que lo tenía a finales de 2021.

El Banco Central Europeo (BCE) ya indicó que junio es la fecha elegida para realizar la primera baja de los tipos de interés desde septiembre de 2019, aunque directivos de la entidad consideran que no se puede seguir recortando en el muy corto plazo, por lo que el directorio presidido por Christine Lagarde optará por reanudar el modo wait and see (esperar y ver).

 

La Fed

Esa es la línea adoptada públicamente por la Fed, que en su última reunión de Comité de Política Monetaria decidió dejar sin cambios el nivel de tasas debido a la persistente inflación por encima del 3%, lejos todavía de su objetivo del 2% anual.

Sin embargo, los datos de la semana pasada que ubicaron en el 3,4% el IPC general (una décima menos que marzo) y en el 3,6% al IPC subyacente (cayó dos décimas y marcó la lectura más baja en tres años) reinstalaron entre los analistas la expectativa de que haya un primer recorte de tasas de interés en septiembre (el mercado descuenta más de un 90% de probabilidades).

Los analistas privados esperan que los bancos centrales empiecen a recortar los tipos este año, lo que contribuirá a reducir los costos de financiación.

 

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