La Corte de EEUU amparó a un comercio que se negó a prestar servicios a LGTBQ+
Respaldó a una diseñadora gráfica que se niega a crear sitios web para matrimonios entre personas del mismo sexo
La Corte Suprema de Estados Unidos se valió hoy otra vez de su mayoría conservadora, obtenida durante el gobierno de Donald Trump, al avalar que existan discriminaciones en el ámbito comercial, en un fallo que basado en la libertad de expresión le dio la razón a una diseñadora gráfica que se negó a crear sitios de internet para matrimonios igualitarios.
Discriminación a parejas del LGBTQ+ en EEUU
Un día después de dictaminar en contra de los programas universitarios de discriminación positiva, como el que otorga un cupo por color de piel u origen étnico, el máximo tribunal del país decidió hoy que las empresas que atienden al público y desempeñan actividades creativas pueden invocar la libertad de expresión para negarse a prestar un servicio contrario a sus valores.
La Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión, implica que en Estados Unidos "la gente es libre de pensar y expresar lo que quiera, no lo que el Gobierno le diga", escribe en su nombre el magistrado Neil Gorsuch, el primero del total de tres jueces de la Corte Suprema que nominó Trump durante su mandato.
El estado de Colorado "pretende utilizar su ley para obligar a una persona a crear un discurso en el que no cree", añadió.
En este estado del oeste una ley prohíbe la discriminación por orientación sexual desde 2008 y puede imponer sanciones de hasta 500 dólares, en una legislación que ya fue impugnada en los tribunales hace años.
Casos de discriminación en Estados Unidos
En 2018, la Corte Suprema le dio la razón a un pastelero cristiano que se negó a preparar una torta de bodas para una pareja gay. Pero se basó en motivos técnicos, sin llegar a promulgar principios generales.
El tema volvió a los tribunales con Lorie Smith, una diseñadora gráfica que se describe como una "cristiana devota", que se negó a crear páginas web para matrimonios igualitarios.
La mujer perdió dos veces en tribunales menores y llevó su caso a la Corte Suprema, que desde 2020 cuenta con una mayoría de seis jueces conservadores sobre el total de nueve integrantes.
Supremo de EE.UU. apoya objeción de diseñadora
Lorie Smith, una diseñadora web cristiana evangélica de 38 años que cree en el matrimonio solo como la unión entre un hombre y una mujer, recibió el derecho de la Corte Suprema de mayoría conservadora de rechazar el diseño de sitios web para bodas entre personas del mismo sexo. Este fallo es visto como un revés para los derechos LGBTQ+. Smith argumentó que, con base en la libertad de expresión de la Primera Enmienda, nadie podía obligarla a expresarse de una manera que contradijera sus creencias.
La decisión de la corte, apoyada por los seis jueces conservadores y con la oposición de los tres jueces progresistas, establece que "las protecciones de la Primera Enmienda pertenecen a todos, no solo a los oradores que el gobierno considera dignos. En este caso, Colorado busca obligar a un persona para expresar un mensaje que está en línea con sus propios puntos de vista, pero que desafía su conciencia". El fallo, escrito por el juez conservador Neil Gorsuch, agrega: "La Primera Enmienda prevé un país donde todas las personas son libres de pensar y hablar como deseen, no como dicta el gobierno".
En una opinión disidente, los tres magistrados progresistas critican la situación: “Hoy, por primera vez en su historia, la Corte le otorga a un negocio abierto al público el derecho constitucional de negar el servicio a los miembros de una clase protegida. Específicamente, la Corte sostiene que la Primera Enmienda exime a una empresa de diseño web de cumplir con una ley estatal que prohíbe que la empresa niegue sitios web de bodas a parejas del mismo sexo si la empresa vende esos sitios web al público Además, el Tribunal afirma que la empresa tiene derecho para mostrar un aviso que diga: "No vendemos [sitios web de bodas] para matrimonios entre personas del mismo sexo'".
La opinión disidente, firmada por la magistrada Sonia Sotomayor, nominada por el expresidente Barack Obama y parte de la minoría progresista de la corte, y acompañada por los magistrados Elena Kagan y Kentanji Brown Jackson, continúa: "La empresa argumenta, y la mayoría de la Corte está de acuerdo, que debido a que ofrece servicios personalizados y expresivos, la Cláusula de Libertad de Expresión de La Primera Enmienda protege a la empresa de una ley de aplicación general que prohíbe la discriminación en la venta de bienes y servicios disponibles al público. Esto es incorrecto. Profundamente incorrecto. La ley en cuestión se centra en la conducta, no en la expresión, para su regulación, y el acto de discriminación nunca se ha considerado expresión protegida bajo la Primera Enmienda. Nuestra Constitución no reconoce el derecho a negar el servicio a un grupo desfavorecido".
En cambio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calfiicó la sentencia de “decepcionante” y urgió al Congreso a aprobar una ley de igualdad que blinde los derechos del colectivo LGTBI. “En Estados Unidos, ninguna persona debe sufrir discriminación por el mero hecho de ser quien es o a quien ama”, dijo a través de un comunicado.
“Aunque la decisión del Tribunal solo se refiere a los diseños originales expresivos, me preocupa profundamente que la decisión pueda invitar a una mayor discriminación contra los estadounidenses LGBTQI+. En términos más generales, la decisión de hoy debilita leyes de larga data que protegen a todos los estadounidenses contra la discriminación en los establecimientos públicos, incluidas las personas de color, las personas con discapacidad, las personas religiosas y las mujeres”, añadió.
Libertad de expresiónEsa misma mayoría del máximo tribunal fue la que en junio del año pasado terminó con el derecho constitucional de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo, establecido en 1973 mediante del fallo Roe vs Wade, lo que dejó en manos de los estados la decisión de permitir o prohibir que los abortos se realicen legalmente.
Estos mismos integrantes del tribunal ratificaron además en los últimos meses el derecho a portar armas y limitaron los poderes de la Agencia de Protección del Medio Ambiente.
Por otro lado, la Corte Suprema también invalidó hoy una medida clave de Biden para cancelar parte de la colosal deuda estudiantil.
El tribunal dictaminó, nuevamente por una mayoría de seis de los nueve magistrados, que el gobierno se extralimitó en sus funciones al adoptar este programa sin autorización explícita del Congreso.
"El tema aquí no es si debe hacerse algo, es quién tiene autoridad para hacerlo", estimó el magistrado conservador John Roberts, nominado por el exmandatario George W. Bush, en nombre de la mayoría.
Corte Suprema de Estados Unidos
Este fallo supone un duro revés para Biden, que aspira a su reelección en 2024, pero sobre todo es un duro un golpe al bolsillo de millones de estadounidenses.
En Estados Unidos la enseñanza superior es muy cara y casi 43 millones de personas piden préstamos estudiantiles federales por un total de 1,630 billones de dólares.
Al comienzo de la pandemia, el gobierno del expresidente republicano Trump congeló el reembolso de estos préstamos en virtud de una ley de 2003 que le permite "aliviar" a los titulares de deudas estudiantiles en caso de "emergencia nacional".
Esta medida, que se prorrogó ininterrumpidamente hasta la fecha, expira el 31 de agosto.
Anticipándose a este plazo, Biden anunció en agosto pasado su intención de anular 10.000 dólares de las deudas de los prestatarios que ganaran menos de 125.000 dólares al año y 20.000 dólares de antiguos beneficiarios de becas.
Se presentaron 26 millones de solicitudes, según la Casa Blanca.
Los tribunales bloquearon este plan después de que una coalición de estados republicanos y dos estudiantes que no podían recibir la condonación de 20.000 dólares presentaran una demanda.
Acusaban al gobierno demócrata de usar el dinero de los contribuyentes sin la aprobación del Congreso. Estiman que la ley de 2003, invocada por el presidente Biden, cubre la congelación de la deuda y no su cancelación.